La mirada desdeñosa de la señora de copete alto que pasa al lado de una indígena sentada en el piso con la mano extendida.
La muchacha que se cruza la calle para no toparse de frente con ese hombre lleno de tatuajes y corte estilo “Mohawk”. El tipo que se mofa de la preferencia sexual de su compañero en la oficina.
De acuerdo a una encuesta telefónica realizada este año por Gabinete y Comunicación Estratégica (GCE), el 90 por ciento de los mexicanos reconoce que la discriminación es una práctica cotidiana en el país.
Carolina Hernández