En medio del caos y la consternación, los líderes republicanos buscaban ayer una última oportunidad para descarrilar el ímpetu de Donald Trump impulsado por sus siete victorias del Supermartes.

Eclipsado por las victorias de Trump, Ted Cruz quedó en segundo lugar en cuanto a delegados, gracias a una victoria en su estado natal de Texas. El resultado sólido ayudó a la presentación del senador como la alternativa a Trump, incluso cuando el rival Marco Rubio juró seguir en la contienda.

Llegó el primer martes del mes de marzo y con él la siguiente escala para las elecciones primarias que buscan definir al candidato que buscará triunfar en los comicios presidenciales y ser el nuevo habitante de la Casa Blanca.

En este día conocido como el “supermartes” se concentrará toda la atención en las elecciones que se llevarán a cabo en 12 estados del vecino del norte, con la finalidad de elegir a los delegados tanto del partido Demócrata como del Republicano.

“¿Cómo detener a Donald Trump?”, es la única pregunta que existe hoy en la cabeza de los líderes del Partido Republicano previo a la decisiva jornada electoral de mañana conocida como el  “supermartes”.

La cúpula del partido conservador norteamericano primero minimizó la candidatura del multimillonario y magnate de medios, pero hoy no sabe cómo frenar el hombre que los está arrasando en las elecciones primarias.

Este invierno el frío no ha dejado de azotar a la contienda interna republicana, en específico a la familia Bush que buscaba el colarse hasta las urnas presidenciales el próximo noviembre.

Tras la caída en los estados de Iowa, New Hampshire y de Carolina del Sur, Jeb Bush supo aceptar su derrota, y decidió suspender su campaña de intentar seguir el camino de su hermano George W. Bush y resignarse a que sentarse en la silla de la oficina oval de la Casa Blanca, no esta dentro de su destino.

El retiro de Jeb Bush de la contienda por la Casa Blanca deja una pregunta en el aire.

¿Qué será de la dinastía política de los texanos Bush?

Dos de sus integrantes han ocupado la Presidencia de Estados Unidos.

La polémica sin duda ha sido fiel con los Bush. Nunca los abandona.

El exgobernador republicano del estado de Florida obtuvo un desolador cuarto lugar en la elección primaria de Carolina del Sur. Tras esta debacle no quedó alternativa y se retiró de la contienda.