México vivió un 2013 ocupado por la agenda de reformas estructurales impulsada por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, misma que Joseph Stiglitz, ganador del Premio Nobel de Economía, calificó como “una de las agendas domésticas más impresionantes que he visto”.
Pero aunque las reformas ofrecen aumentar significativamente el potencial de crecimiento económico del país, sus efectos parecen llegar demasiado tarde frente a los problemas a los que México se enfrenta actualmente.
Rolando Hinojosa