Edgar Morín es enfático cuando dice que en la maña que controla las drogas participan todos: políticos, policías, soldados, traficantes exportadores, empresarios, campesinos, consumidores y los pequeños dealers locales, aquellos que solo son carne de cañón.
En su libro “La Maña, un recorrido antropológico por la cultura de las drogas”, Edgar Morín desentraña la forma en que la red de quienes se dedican al negocio de los estupefacientes se extienden a todos los sectores sociales, incluidos los hombres de poder.
Imelda García