En Guadalajara, los miembros de la comunidad musulmana calculan una población de entre 150 y 300 personas, en su mayoría extranjeros que llegaron a México, ya sea por lazos familiares o porque se encuentran realizando estudios en las universidades locales.
Debido a que la comunidad es tan pequeña y se sostiene con recursos de sus miembros, han tenido que moverse a distintos lugares para reunirse, incluso en el año 2001 tuvieron que moverse por temor a las represalias culturales que significaba ser un musulmán, pues eran encasillados bajo la idea de “terroristas”.
Jonathan Ávila