Jalisco tiene en Ocotlán uno de sus asentamientos más importantes para el crimen organizado, pero la Policía municipal con la que cuenta se halla entre las que tienen peores antecedentes en la entidad, con vínculos expuestos con la delincuencia y la trata de personas.
La Comisión Nacional de Seguridad (CNS) ha involucrado a cuatro de los policías de Ocotlán, en la emboscada que sufrió ahí la Gendarmería el 19 de marzo pasado, donde murieron cinco agentes de la División, con seis personas más: tres atacantes y tres ajenas al hecho.
Luis Herrera