Tan malo el pinto como el colorado, reza el refrán.
No importa el color, el partido político, la camiseta que se traiga puesta o las promesas de campaña.
Todos son iguales.
Llegan al poder y antes de ver cuáles son las necesidades de su comunidad, buscan la forma de obtener recursos a costa del erario.
No importa si para ello tienen que endeudar a su estado e hipotecarlo por varias generaciones, o desviar recursos destinados a obra pública.
Georgina Howard