Luego de cuatro meses y medio  de trabajo legislativo en la Asamblea Constituyente, la Ciudad de México ya tiene su propia Constitución.

La casona de Xiconténcatl, antigua sede del Senado, fue el lugar donde los constituyentes discutieron que sí y qué no debía incluirse en su redacción. 

Con este proyecto legislativo propuesto por el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, nacieron 71 artículos y 40 transitorios que entrarán en vigor el 17 de septiembre del siguiente año. 

Tras 123 días de trabajos legislativos, los diputados de la Asamblea Constituyente realizan hoy la última sesión histórica en la que se aprobará la primera Constitución de la Ciudad de México.

El proceso llegó a su fin con el tiempo encima, votaciones al vapor y revanchismo político por parte de los grupos partidistas que conforman el pleno de la Asamblea Constituyente.

Aunque diversos grupos de la sociedad civil y ciudadanos independientes preparan la presentación de controversias constitucionales en contra de algunos temas específicos aprobados en la carta magna local.

Con más de la mitad de los 76 artículos sin votar y cientos de reservas en la “congeladora”, la Asamblea Constituyente y sus diputados están contra la pared: entregan el documento el próximo 31 de enero o incumplen con el mandato constitucional, o solicitan prórroga y se deja en el limbo jurídico a la Ciudad de México hasta nuevo aviso.

El candado que dice “no podrá ser privatizado” expuesto en el Artículo 21.4 de la Constitución de la Ciudad de México referente a la gestión del agua no garantiza que empresas privadas no intervengan en el tema.

Con ese argumento, organizaciones civiles, académicos de la UAM y vecinos de la Ciudad de México protestaron ayer frente a la Asamblea Constituyente tras aprobarse el citado artículo la madrugada del 14 de enero.

“Pone la gestión del agua en manos de una paraestatal, parecido a los casos de la Comisión Federal de Electricidad y Petróleos Mexicanos”, expusieron.

Diez días antes de que venza el plazo para la entrega de la Constitución de la Ciudad de México, los diputados recibirán los resultados de la Consulta Indígena, requisito indispensable que mandata la Carta Magna del país sobre consultar a este sector para incorporar sus propuestas.

El próximo 20 de enero estarán listas las observaciones de representantes de más 147 pueblos y comunidades indígenas que conviven en la ciudad.