La LXXIV Legislatura del Congreso de Nuevo León arrancó ayer con incertidumbre por la repentina renuncia de dos diputados a la bancada del PAN, lo que deja ver que las fracciones mayoritarias deberán esforzarse por lograr consensos.

Previo a la celebración de la sesión en la que los legisladores rendirían protesta, Marlen Barrón Perales y Marco Antonio Martínez Díaz anunciaron su dimisión al Partido Acción Nacional (PAN), más no a su curul.

Ambos dieron a conocer que en adelante, su participación en la Legislatura será como diputados independientes.

Los diputados electos de Movimiento Ciudadano nada pudieron hacer en contra de la supuesta sobrerrepresentación por parte del PAN en el Congreso de Nuevo León, pues la Sala Superior del Trife negó que exista tal escenario.

El Poder Legislativo quedará conformado tal y como la Comisión Estatal Electoral había distribuido las curules: 19 para el PAN, 16 del PRI, 3 de Movimiento Ciudadano, 2 para el Partido Verde, 1 para el Partido del Trabajo y 1 para Nueva Alianza.

El Congreso del estado de Nuevo León vivió ayer una jornada inusual en la presente Legislatura.

Pasó de ser una Asamblea serena a vestirse de colores y banderas, pero de protesta.

Desde temprano las Comisiones empezaron a sesionar para aprobar los listados pendientes.

Registros que contenían nuevas Leyes o modificaciones a las existentes y expedientes con cuentas públicas municipales y estatales, de diversas dependencias, pero principalmente las del actual gobernador, Rodrigo Medina.

Gracias a la presión de operadores políticos de Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, no se reunió el quórum que aprobaría las cuentas públicas de Medina. Aunque la “bolita” de numerosos temas pendientes se pasará a la próxima legislatura.

Manuel González, coordinador de la transición del gobernador electo, llegó al Congreso para cabildear con los grupos políticos y convencer a tres diputados independientes de no asistir al Pleno.

En la recta final de la actual Legislatura, las bancadas del Congreso están más divididas que nunca y amenazan con terminar sin consensos, mientras que otras fuerzas políticas urgen a la ciudadanía a imponerles presión.

Al interior se ha desatado una batalla por la aprobación o rechazo de diversos expedientes irresueltos, entre ellos, las cuentas públicas del gobierno de Rodrigo Medina.

Reporte Indigo publicó el pasado 29 de junio que la Legislatura actual heredaría polémicos expedientes pendientes a sus sucesores, aún a pesar de las duras críticas de la ciudadanía.