En un momento donde hemos alcanzado el más alto desarrollo en medicina, tenemos enfermedades que se han disparado: autismo, obesidad, cáncer infantil y diabetes. Además existe un alto porcentaje de jóvenes que sufren de depresión y correlacionado a esto el aumento en las adicciones, desde las drogas legales –como los antidepresivos– hasta las ilegales.

La respuesta no es sencilla. Existen muchas variables: estrés, sedentarismo, contaminación, presión social, problemas psicológicos. Pero quizá una de las mayores causas radica en la alimentación.

En diciembre del 2010, Sheryl Sandberg, COO de Facaebook, fue invitada a hablar en TED Talk. Su ponencia la titula “¿Por qué hay tan pocas mujeres en puestos de liderazgo? 

En ella, hace una reveladora declaración: somos las mujeres las que no estamos aprovechando los espacios que tenemos frente a nosotros. Los espacios por lo que  otras mujeres en el pasado lucharon.

La reforma educativa surge ante la necesidad de limpiar la casa, de los abusos cometidos por seudo-maestros que han secuestrado una de las profesiones más nobles e importantes de un país.  Docentes con talento y carisma se quedan fuera, ante la corrupción de venta de plazas y la idea insólita de que estas sean heredadas.

A esto se suman los paros actuales de los normalistas y maestros. Los primeros, en Michoacán, exigen que el otorgamiento de plazas sea automático, dejando la pregunta en el aire, ¿qué acaso no tienen la capacidad de adquirirlas por méritos propios?

Llama la atención que los legisladores no solo están volteando a pasado para traer al futuro leyes que habían quedado en la prehistoria. También parece que están viendo al futuro, y que tienen el deseo de ir preparando a México para la nueva era que ya comenzó.

No es de sabios darse cuenta que los sistemas electrónicos y de comunicación están teniendo no solo un efecto económico o práctico en nuestra vida. También están alterando las bases culturales, sustento de nuestras relaciones humanas.

¿Qué nos dice sobre el Islam radical, los inmigrantes rusos, las comunidades musulmanas y el desglose de la asimilación?  

La respuesta más exacta podría llegar a ser: no mucho.  Los fenómenos más grandes podrían estar en juego, pero estos dos jóvenes podrían no reflejar cualquier aumento o intensificación de las tendencias.  

Al parecer, no son más que dos jóvenes alienados que se volcaron hacia el odio y luego, al parecer, al asesinato.

Ese fue el punto que hizo el tío de los hermanos, Ruslan Tsarni, cuando llamó a sus sobrinos “perdedores”.