COLUMNA
COLUMNA La vida no gira solo en torno a nosotros

Dije algo escandaloso —supongo, porque, cuando lo dije, varios estudiantes lanzaron ahogados gritos de asombro o sacudieron sus cabezas. 

Lo que me sorprendió —y quizás lo sorprenda a Ud.— es que lo que los muchachos consideraron controvertido, para mí es de sentido común. 

COLUMNA Una Eucaristía sin condiciones

La necesidad del hombre de explicar su propia existencia y la de todo el universo, es la misma necesidad que lo lleva a buscar relacionarse con aquello primero, aquello que lo antecede. 

¿Quién me puso aquí?, ¿a qué vine?, ¿cuál es mi misión?

Esta búsqueda nos lleva a relacionarnos con el principio de la creación. Algunos pensamos que existe un ser supremo al que llamamos Dios. Otros lo llaman de otro modo. Por esto se crea una religión, término que viene del latín ‘religare’ –estar relacionado con-.

COLUMNA Los infieles

¿Acaso no te da miedo que te sea infiel ahora que no estarás a su lado todos los días?

Con una demostración de sabiduría absoluta, esta persona, contesta. ¿Infiel? Eso no depende de mí. La fidelidad es un regalo, quien te la quiere dar, te la da, no importa donde, ni las circunstancia. Y el que no te la quiere dar, ni aunque estés a su lado fiscalizándolo en cada momento, te la dará.

COLUMNA ¿No que no?

¿Qué hace que las cosas cambien? ¿Por qué lo de antes no es igual que lo de ahora?

Los seres humanos cambiamos, nuestras sociedades cambian, nuestro razonamiento no es el mismo. De esta misma manera las estructuras, las instituciones, los códigos se adaptan también.  

Las sociedades, en el pasar de los años, analizan y modifican.  Por eso vemos reformas a las leyes. No porque las anteriores estuvieran equivocadas, sino porque nuestras leyes deben de ir cambiando al ritmo que cambia nuestro entendimiento y nuestras necesidades.

COLUMNA ¿México nazi?

Fuimos testigos, y nos hicimos expertos, en hablar de inflaciones hasta de tres dígitos, tasas de interés de dos.

Crecimos detestando la política y a los políticos que ponían en riesgo el futuro. Quizá por eso le apostamos a los tecnócratas. Creímos en ellos y dimos un viraje hacia una “política” menos política.

Al final no nos fue tan mal. Nuestras finanzas se sanearon. La  inflación volvió a un dígito y las tasas de interés también. El peso se mantuvo relativamente estable.