Ciencia
Amor del bueno
No todas las competencias tienen que ser sinónimo de procesos que tienen como único objetivo “comprobar quién es el mejor”, en base a alguna clase de “marcador final” que dé cuenta de quién es el que “ganó”. Mucho menos si se trata de evaluar la intensidad con la que experimentamos nuestras emociones, que no dependen de variables como fuerza o velocidad, por ejemplo.
Eugenia Rodríguez