Lo que empezó como una simple diligencia de Conciliación y Arbitraje en el casino La Fortuna, terminó con un zafarrancho que protagonizaron supuestos cetemistas, presuntos agentes de Ministerio Público, fuerzas militares y al menos dos corporaciones de seguridad.
Por cerca de tres horas el Ejército, Fuerza Civil, la Policía de Monterrey y supuestos agentes de la PGR se dieron cita en el centro de apuestas, pero nunca dejaron en claro a los casineros si apoyaban con la fuerza pública la diligencia o si realizaban un operativo.
Javier Estrada