"Soy feliz siendo prostituta” es el título de la campaña que el Gobierno brasileño lanzó en junio para defender la legalidad de esta práctica.
Y aunque la canceló ante las fuertes críticas que recibió, el país se prepara para la Copa Mundial de la FIFA en el 2014, evento que, según los expertos, aumentará la demanda de trabajadoras sexuales, muchas de ellas menores de edad.
“Si bien es legal a partir de los 14 años, hay muchas niñas menores vendiendo sexo. Según la UNICEF, son alrededor de 250 mil”, informó Time el jueves pasado.
Pedro Pablo Cortés