La montaña rusa en la que se ha convertido el juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff tomó otra inesperada curva luego de que el presidente interino de la Cámara de Diputados revocará una decisión que había tomado horas antes, que habría sumergido el proceso de impeachment en la incertidumbre.

“Es un lado de Brasil que el gobierno espera esconder de las cámaras este verano”, dice un artículo publicado este fin de semana en Newsweek.

De acuerdo con la revista, activistas que tratan con la indigencia juvenil en el país sudamericano dicen que los niños que viven en condición de calle en ciertas áreas de Río de Janeiro están siendo detenidos arbitrariamente por la policía o que en algunos casos “simplemente han desaparecido”.

Tras la aprobación del juicio político contra la presidente brasileña Dilma Rousseff por parte de la Cámara de Diputados el pasado  domingo, la mandataria se encuentra a las puertas de la destitución, en el último episodio de su caída libre.

Dilma, quien en los inicios de su administración era la mandataria más carismática del mundo, la lideresa de una izquierda progresista en América Latina, heredera de Lula Da Silva, quien llevó a Brasil a convertirse en referente del crecimiento económico, emblema de los países emergentes.

Una comisión parlamentaria en Brasil decidió ayer que existen elementos jurídicos para iniciar el juicio político contra la presidenta brasileña Dilma Rousseff.

Durante 11 sesiones, la comisión formada por 65 diputados evaluó las acusaciones contra la mandataria y el veredicto fue de 38 votos a favor por 27 en contra, por lo que el camino por la destitución de Dilma Rousseff ya comenzó.

Dilma Rousseff se está quedando cada vez más sola. 

La presidenta de Brasil –sin el apoyo de sus aliados políticos y envuelta en una crisis- se prepara para enfrentar un juicio político por el escándalo de corrupción en Petrobras.

La posibilidad de que Rousseff sea destituida –que hace sólo unos meses atrás no era una opción real- se incrementa cada día que pasa.

 El martes el gobierno de Dilma recibió un duro golpe, el que podría ser definitivo en el camino hacia su destitución.