Por nuevas y viejas rencillas, los gigantes del este de Asia preparan sus armas para defenderse los unos de los otros, y esta vez ninguno es aliado de nadie.
La tensión alcanzó un punto crítico ayer, cuando Corea del Norte realizó ejercicios militares cerca de la frontera con Corea del Sur, lo que prendió las alertas en este país.
Mientras tanto, la disputa territorial entre Japón y China por las islas Diaoyu/Senkaku se intensificó con la visita a Tokio del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien se comprometió a defender la postura de los nipones.
Pedro Pablo Cortés