La paz sea quizás una utopía pero el mundo dio ayer un paso más hacia ella.
Estados Unidos, el mayor mercader de armas a nivel mundial, firmó el Tratado de Comercio de Armas (ATT, por sus siglas en inglés), seis meses de haber sido aprobado de manera abrumadora en las Naciones Unidas.
John Kerry, secretario de Estado norteamericano, fue el encargado de estampar su firma en el documento con el que se pretende poner fin al flujo de armas a zonas conflictivas y así evitar que estas sean utilizadas para asesinar civiles inocentes o cometer crímenes de guerra.
Jorge Mireles