Las denuncias del conflicto de Aquila volvieron a escucharse en el Distrito Federal. Habitantes de San Miguel de Aquila dieron ayer su versión sobre lo que ocurre en esa comunidad indígena que, aseguran, vive bajo el yugo del crimen organizado.
La comunera Ofelia Alcalá solicitó medidas cautelares porque a su pueblo lo rige el miedo. En ese lugar se respira inseguridad y se atraviesa por “una situacion muy crítica” que, dijo, no debe ser ignorada más por el gobierno federal ni la sociedad.
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