En la Ciudad de México los antros operan a su libre albedrío. Y es que a pesar de que existe una limitante para que los bares, restaurantes y discotecas operen hasta las cinco de la madrugada, nadie la respeta.

En diversos recorridos se pudo constatar que la mayoría de los establecimientos mercantiles con venta de bebidas alcohólicas atienden a sus comensales después de las tres de la madrugada.

Lo anterior, a pesar de que la normatividad vigente permite a los antros operar dos horas más, siempre y cuando obtengan un permiso especial de las autoridades capitalinas.