En Argentina, la familia Kirchner está fuera del poder. En Brasil, el Partido de los Trabajadores ha quedado temporalmente exiliado de la presidencia por una investigación de corrupción a gran escala. En Venezuela, en medio de una profunda crisis económica y humanitaria, el régimen de Nicolás Maduro está al borde del colapso.
El modelo económico que privilegiaron estos países, marcado por el intervencionismo estatal y la exportación de materias primas como único motor de crecimiento, tiene sus días contados en América Latina.
Rodrigo Carbajal