Los “Goyas” y el “¡Huélum, Huélum, glooooria! ¡A la cachi cachi porra!”, eran un clásico de los 60.
La UNAM y el Politécnico Nacional eran los eternos rivales en los juegos interuniversitarios y los amigos para las alianzas convenientes para unir su fuerza.
Pero en 1968 se olvidaron de “Goyas” y “Cachiporras” y se unieron ante lo que consideraban represión a las ideas de izquierda que invadían al mundo joven, pero que el gobierno de entonces no supo cómo manejar.
Norma Garza