Monterrey no aprende de sus tragedias y mucho menos sus autoridades.
Hace algunos años la crisis de inseguridad terminó con la vida nocturna del Barrio Antiguo. Pero poco a poco esta zona ha ido recuperando el ambiente que tuvo alguna vez antes de que el crimen organizado la tomara como suya.
Era triste que los turistas llegaran a la capital del Estado y no tuvieran opciones – a excepción de San Pedro- para su diversión.
Hoy el Barrio Antiguo está reviviendo y está en plena recuperación. Los regiomontanos están volviendo al centro de la ciudad. Eso es bueno.
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