Los diputados del PAN lograron lo que podría ser una victoria pírrica, al conseguir que sea el Congreso del Estado –y no el Ejecutivo estatal- el que fije de ahora en adelante las tarifas del transporte urbano.
En un aparente agandalle, los panistas aprovecharon la ausencia de los legisladores del PRI para aprobar en sesión extraordinaria una reforma a la Ley de Transporte para la Movilidad Sustentable del Estado y apropiarse de la atribución de autorizar las tarifas camioneras.
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