Aunque todavía no toma posesión del cargo, Gustavo Madero se  dejó ver en público con Jesús Zambrano en los jardines del Hotel Four Seasons. 

Según un comunicado del PRD, el objetivo de la reunión fue pactar un acuerdo para “preservar los contenidos de la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones, y evitar cualquier tipo de retrocesos para así garantizar los derechos y beneficios a los usuarios de todos estos servicios y sectores.”

Habrá que ver si esto es cierto. 

Le llueven acusaciones

El que se enoja pierde, dice el refrán, y ayer Gustavo Madero se enojó, y la emprendió contra los medios en general.

Y todo porque en el programa de Carmen Aristegui le preguntaron al presidente del PAN que por qué no creaba una Comisión de la Verdad que fuera independiente, y que estuviera encabezada por la expanista Tatiana Clouthier, para averiguar qué está pasando con la ética del PAN. 

“Haiga sido como haiga sido”, la mayoría de los panistas le volvió a dar la espalda a Felipe Calderón, por tercera vez. 

La primera ocurrió en diciembre de 2010, cuando Felipe Calderón, no pudo imponer a Roberto Gil Zuarth como presidente del PAN. 

La segunda, cuando el entonces presidente de la República no pudo lograr que el candidato presidencial fuera Ernesto Cordero. 

La tercera ocurrió ayer. Gustavo Madero derrotó a Ernesto Cordero en la contienda por la presidencia del PAN. 

A dos días de la elección panista, y más allá de todos los defectos o virtudes que se le puedan atribuir a Ernesto Cordero y a Gustavo Madero, los panistas tendrán que decidir si quieren que su presidente siga siendo Gustavo Madero, como lo es en los hechos, o que regrese Felipe Calderón. 

Y es que para nadie es un secreto que de ganar Ernesto Cordero, el jefe máximo del PAN sería Felipe Calderón. 

Se entiende que Gastón Azcárraga haya huido del país para evitar ser aprehendido por su presunta participación en la quiebra fraudulenta de Mexicana de Aviación, pero declarar que tuvo que emigrar a Estados Unidos porque es un perseguido político, es una mentira monumental. 

Si bien es cierto que Gastón Azcárraga fue uno de los empresarios más favorecidos durante el gobierno de Vicente Fox y de Felipe Calderón, eso no lo convierte en un perseguido político.