Toda vez que Gustavo Madero no accedió a las pretensiones de Felipe Calderón, Ernesto Cordero se fue a comer ayer con el coordinador de la bancada del PRI en el Senado, Emilio Gamboa, y con el coordinador de la del PRD, Miguel Angel Barbosa.
No se necesita ser un genio para entender que Ernesto Cordero fue a ofrecer a los adversarios de Acción Nacional los votos de los senadores calderonistas en el Senado, para complicarle la vida al presidente del PAN.
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