Si alguien dudaba que los muertos pueden revivir, sólo tiene que voltear a ver lo que ocurrió con el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) para darse cuenta de que en este país todo es posible.
Ayer, en una de las últimas reuniones que tendrán para cerrar el conflicto por la extinción de Luz y Fuerza, la Secretaría de Gobernación aceptó “devolverles” fábricas –de postes, estructuras, herrajes y tableros- y diversos talleres para que los exploten.

Anoche no durmieron en el INEGI pensando cómo van a justificar el cambio de medición en los índices de pobreza que anunciaron hace unos días. Y más porque fueron llamados a que vayan hoy al Senado para explicar cómo es que de un plumazo disminuyeron los índices de pobreza en el país. Lo interesante estará en que no sólo está citado el INEGI, sino su archicrítico el Coneval, quien ha advertido que lo que se está haciendo en el Instituto no sirve para el verdadero combate a la pobreza.

Ahora que el candidato republicano en Estados Unidos, Donald Trump, se aventó la valentonada de decir que sería bueno cancelar el Tratado de Libre Comercio, sería bueno que las autoridades mexicanas o el Congreso de la Unión le lancen una respuesta enérgica y le expliquen las consecuencias que esto tendría. Y es que pareciera que el multimillonario venido a político desconoce que ese tratado también es de beneficio para miles de ciudadanos de su país, y que ese tipo de tratados son los que generan estabilidad y confianza entre las naciones.

En una reunión celebrada ayer entre priistas con su nuevo líder nacional fue evidente que hay una urgencia. Los legisladores que estuvieron en el encuentro le hicieron saber a Enrique Ochoa que urge o súperurge una estrategia para revertir el voto antiPRI. Sin embargo, también es evidente que Ochoa no va a poder solo y que lo que busca la tropa legislativa tricolor es un trabajo en equipo y no una estrategia nada más de quien se estrena al frente del partido.

Vacas sagradas

El expresidente Felipe Calderón ya tiene nueva chamba. Y una reflexión sobre su flamante cargo en Avangrid es que si bien no viola la ley —el panista dejó la Presidencia de la República hace tres años y medio— sí podría cuestionarse la ética de trabajar ahora para quien fue uno de los principales proveedores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) durante su administración.

Ya vamos llegando a...