Llegó la calaca, tilica y flaca, y no se apiadó de los políticos norteños. Les dio con todo esta huesuda, siempre terca y testaruda. Aquí unas calaveritas que nos dejó en este Día de Muertos.
Llegó la calaca, tilica y flaca, y no se apiadó de los políticos norteños. Les dio con todo esta huesuda, siempre terca y testaruda. Aquí unas calaveritas que nos dejó en este Día de Muertos.