Zacatecas, el infierno de la inseguridad y el abandono
A la par que avanzó la gubernatura del priista Alejandro Tello incrementó la violencia en la entidad; mientras él habla sobre el cierre de su administración, el estado vive sus días más crueles por la inseguridad
Rubén ZermeñoEl infierno se vive en Zacatecas. El día en el que se conmemoró el 107 aniversario de la Toma de Zacatecas, fecha en la que Pancho Villa venció a las fuerzas de Victoriano Huerta, la sangre volvió a correr en el estado.
La entidad que se ha caracterizado históricamente por su minería, agricultura y turismo, ahora lo hace por una ola de violencia que ha arreciado en los últimos cinco años y que el pasado miércoles tuvo su máxima expresión de crueldad.
A las tres de la mañana del pasado miércoles automovilistas que circulaban por la vialidad Arroyo de las Sirenas en la capital del estado encontraron dos cuerpos suspendidos con cuerdas del puente de tránsito pesado junto con una manta presuntamente firmada por el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Dos horas más tarde, autoridades de la entidad revelaron que los cuerpos correspondían a dos policías estatales de San Luis Potosí que se hallaban desaparecidos desde el 17 de junio. Después de un operativo que duró una semana y contó con la participación de las fuerzas de seguridad de ambos estados solo encontraron previamente su patrulla abandonada en una zona limítrofe de las dos entidades.
El día de ayer, autoridades de los tres niveles de gobierno y elementos de las corporaciones policiacas de San Luis Potosí despidieron a Rigoberto Donjuán García y Felipe de Jesús Martínez, agentes con más de 20 años de servicio a la sociedad.
La misma madrugada del hallazgo del Arroyo de las Sirenas, vecinos de la colonia Las Flores, en el municipio de Fresnillo, reportaron detonaciones procedentes de un domicilio cercano.
Al llegar la policía, encontraron siete cuerpos acribillados, de cuatro mujeres y tres hombres, así como cinco niñas que estaban ilesas y que habían presenciado los hechos.
Esa misma noche en la ciudad de Zacatecas, se localizaron otros restos humanos, un hombre sin cabeza y maniatado en la colonia Nezahualcóyotl y otro más en la colonia El Ete.
Los asesinatos y hallazgos del pasado miércoles son la muestra de la enfermedad que padece desde hace varios años Zacatecas. De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública de enero a mayo de este año han sido asesinadas 597 personas en la entidad, un incremento del 87.14 por ciento respecto a los 319 homicidios registrados durante el mismo periodo de tiempo en 2020.
A la par del aumento de carpetas de investigación abiertas por homicidio, la tasa de asesinatos por cada 100 mil habitantes también incrementó. En septiembre de 2016, mes en el que fue nombrado gobernador Tello Cristerna, la tasa fue de 2.90 homicidios dolosos.
En el último mes del que se tiene registro, mayo del 2021, la tasa fue de 6.02 homicidios por cada 100 mil habitantes, un incremento de más del 100 por ciento.
El pico más alto de la violencia ocurrió en enero de este año cuando la tasa de homicidios dolosos se colocó en 6.63 casos por cada 100 mil habitantes.
Debido a esto, el 85.4 por ciento de los habitantes de la capital de Zacatecas consideraron que es inseguro vivir en su ciudad, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana de marzo del 2021 elaborada por el INEGI.
En Fresnillo, ciudad donde ocurrió el multihomicidio del pasado miércoles y en donde los homicidios han aumentado el 171 por ciento del año pasado a la fecha, el 95 por ciento de sus habitantes consideró que vivir en su ciudad no es seguro, y es la urbe con el indicador más alto del país.
Gritos de auxilio
Desde febrero pasado y después de ser la entidad que más carpetas abrió por extorsión y una de las punteras en secuestro y con una tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes creciendo, el gobernador Tello Cristerna pidió apoyo al presidente Andrés Manuel López Obrador y advirtió que las fuerzas de seguridad en la entidad estaban rebasadas.
A finales de febrero y durante su visita para supervisar los Programas de Bienestar, el jefe del Ejecutivo federal se comprometió a “serenar” a Zacatecas con el despliegue de más elementos de la Guardia Nacional y de las Fuerzas Armadas, pero a partir de esa fecha la violencia arreció.
Solo durante marzo, abril y mayo de este año se han abierto 346 carpetas de investigación por homicidio en la entidad.
A las súplicas de ayuda de Tello Cristerna se sumaron las del alcalde de Fresnillo, Martín Álvarez Casio, quien aseguró que tanto las autoridades estatales como federales los han abandonado.
“Tenemos la impresión de que han dejado solo al municipio de Fresnillo, le han quedado mucho a deber al municipio de Fresnillo en cuestión de seguridad. Me preocupa mucho ver ahora a las autoridades estatales que están más ocupadas, como si les urgiera irse, en el tema de la entrega-recepción y yo aprovecho el espacio para decirles que no, todavía son la autoridad, todavía tienen la responsabilidad de traer al municipio de Fresnillo la seguridad y la paz”, acusó.
En sus redes sociales el gobernador priista no se ha manifestado por los hechos violentos del miércoles pero sí ha compartido varios posts referentes al “cierre de su administración”.
La llegada de Morena a Zacatecas
Tras los resultados de Alejandro Tello como gobernador, David Monreal, de Morena, será el próximo mandatario en la entidad.
Apoyando a su hermano, el coordinador de los senadores del partido guinda, Ricardo Monreal, pidió a la secretaria de Seguridad del partido guinda, Rosa Icela Rodríguez, reforzar la estrategia de seguridad en Zacatecas.
“Durante años, en Zacatecas ha aumentado la inseguridad, como lo evidencian los hechos recientes. Hoy me comuniqué con la secretaria de Seguridad federal para solicitar respaldo en el estado y reforzar la estrategia correspondiente. Lo conversaré con el presidente”, escribió Monreal.
Al respecto el director del Observatorio Nacional Ciudadano, Francisco Rivas, comenta que la crisis de seguridad se debe principalmente al abandono de las autoridades.
“El problema es que los estados por sí solos no pueden, no hay una Federación comprometida en el combate a la delincuencia organizada, por eso es normal que haya brotes de violencia periódica”, concluye.