Y vivieron juntos felices para siempre… ¿aspiración o posibilidad?
Sanjuana Gómez, profesora de la Escuela de Psicología de la Universidad de Monterrey, explicó si el amor existe para siempre hoy en el Día de San Valentín
Mónica Patricia Zúñiga MartínezEn la actualidad el amor es tan complicado o no, dependiendo de muchos factores. Y ante ello llega la pregunta de si existe para siempre, si los amores duran “hasta que la muerte los separe”. Hoy en día, datos del INEGI señalan que los matrimonios disminuyeron y por el contrario la unión libre y los divorcios aumentaron.
Sanjuana Gómez Mendoza, profesora de la Escuela de Psicología de la Universidad de Monterrey, señala que la idea de las relaciones largas ya no es una aspiración, sino solo una posibilidad, ante opciones como las relaciones cortas o las informales.
Respecto a si ¿existe el amor para siempre?, la especialista refiere que esto es tan complejo como explicar simplemente el amor. En psicología, existen teorías tan dispares para explicar el amor como la de la neurobióloga Lucy Vincent, basada en reacciones químicas y planteamientos evolucionistas, que afirma que el amor tiene una duración de alrededor de tres años, o la que busca indicadores como la pasión, la intimidad y el compromiso.
Tres etapas
Para Sanjuana Gómez Mendoza la pasión es “el ingrediente de arranque” en una relación, la necesidad de mostrar la intensidad y su vitalidad hacia la otra persona; conforme la relación madura se agrega el segundo elemento, que es el compromiso, la exclusividad, porque esa persona es nuestro único foco para manifestarle nuestra intensidad y afecto; y por último, la intimidad, que es la cercanía y complementación entre ambos.
“Estos procesos de fortalecimiento de los tres elementos van haciendo que, efectivamente, el amor evolucione y se vaya transformando, dependiendo de los momentos, de las situaciones, de las edades”, apuntó.
Arriba los divorcios, abajo el amor
Datos del INEGI señalan que de 2000 a 2020 el porcentaje de la población casada disminuyó 11 puntos (de 49 a 38 por ciento), en tanto que la población en unión libre aumentó nueve puntos porcentuales (pasó de 11 a 20 por ciento) y la definida como exunida (las personas separadas, divorciadas y viudas) se incrementó de 9 a 12 por ciento.
En 2019 el monto de divorcios es de 160 mil 107; de estos, 338 representan separaciones legales de matrimonios del mismo sexo; los divorcios respecto a los matrimonios han aumentado de manera constante: entre 2000 y 2019 casi se quintuplicaron, al pasar de siete a 32 divorcios por cada 100 matrimonios.
La población soltera permanece casi sin cambios: 31 por ciento en 2000 contra 30 por ciento en 2020, según del INEGI.
Adiós al compromiso
En el pasado quedó el compromiso entre las parejas, pues antes la única forma en que las personas podían tener el permiso de tener algo más que besos y abrazos era que se casara; hoy en día, los jóvenes no consideran que el casarse sea forzoso para iniciar una relación estable o vivir juntos.
Aunque las relaciones amorosas largas o “para siempre” son viables, no son fáciles de lograr en la actualidad. Tras perder la confianza, comunicación y respeto, la opción ya no es buscar alternativas para salvar la relación, sino que se decide por dejar todo atrás.
Matrimonio y divorcio
La psicóloga Sanjuana Gómez señala que a lo largo de una relación, las parejas viven diferentes etapas a lo que llama “el ciclo de vida de la familia”.
Cuando una pareja decide unirse, es porque su relación es estable y va a ser duradera, se unen con miras a formar una familia; dentro de ese ciclo, hay una etapa casi al final de la vida, donde las personas vuelven a quedar como empezaron, solas, cuando los hijos ya no viven con la pareja, y el planteamiento es que es una situación crítica.
Un matrimonio largo transita por muchos momentos críticos y quedarse solos es la última prueba para estar juntos o para que cada quien se vaya por su lado.
Al quedarse como al principio, sin hijos, la pareja entra en ese proceso que la psicología llama de “reencuentro”, donde las personas se concentran en volver a conocer a su pareja, porque anduvieron atareados con la crianza, con el trabajo, con múltiples actividades que ya dejaron y, entonces, ahora hay un proceso de reencuentro.
Es aquí cuando puede verse a parejas de muchos años que empiezan a volver a buscarse, a coquetear, a acompañarse, deciden irse de paseo o de viaje, deciden juntos empezar a estudiar algo, comprarse un departamento más pequeño y no tener el peso de que la casa sea muy grande.
Si por alguna razón la pareja había tenido una vida matrimonial inestable o una vida matrimonial sujeta con convencionalismos y no necesariamente debido a la cercanía o a un aprecio genuino entre los dos, lo que va a suceder es que prefieren separarse.
Una segunda oportunidad
Las personas que han pasado por algún proceso de divorcio o separación, de cualquier edad incluso adultos mayores, a veces la vida les presenta una nueva oportunidad donde surge esa chispa o esa inquietud de interesarle a alguien o de interesarse por alguien, con lo que se inicia una nueva relación.
Cuando un adulto o adulto mayor inicia una relación, piensa más en términos de lo que es el acompañamiento, en tener alguien con quien conversar y con quien compartir ideas, gustos o momentos.
Hoy 14 de febrero se celebra San Valentín, Día del Amor y la Amistad… por lo general este día las personas buscan sentirse acompañados y festejar. El intercambio de regalos o detalles ponen más emoción a este día.
A cualquier edad, solos o acompañados, el ser humanos buscará una forma de celebrar el amor y la amistad en todas sus versiones.