Vivir para comer, influencers hacen conexión gastronómica con México

Los influencers españoles Joe Burguerchallenge, Tano Villar y Sergio Enciso “Pirata” visitaron la Ciudad de México para hacer un viaje culinario en medio de la pandemia de COVID-19, en donde degustaron una de sus gastronomías favoritas. Además, tuvieron una conexión con los mexicanos
Hidalgo Neira Hidalgo Neira Publicado el
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El contenido digital que se genera actualmente en el mundo cautiva públicos de todo tipo en plataformas como YouTube, Twitch, Facebook, Instagram y también Twitter; hay quienes buscan a gamers avanzar en un videojuego o los que desean aprender a cocinar desde cero, o hasta reparar un motor de Mustang 67. Las posibilidades son infinitas.

Igualmente están los que disfrutan del voyerismo de ver comer a otras personas, pero no en proporciones normales, sino atestiguar a comedores que ahora se hacen llamar profesionales, porque rebasan los límites de lo inimaginable: sentarse a romper retos de hamburguesas de más de un kilo de peso, burritos de un metro o pizzas que miden el diámetro de una mesa familiar

En este universo de competición hay expertos de todas latitudes, pero sin duda, para el público de habla hispana, existen referentes obligados en este ramo, mismos que provienen desde España, y que han recorrido parte del mundo cazando retos de comida y generando miles de vistas y “me gusta” a cuestas.

Jorge González, mejor conocido como Joe Burgerchallenge, Tano Villar y Sergio Enciso “Pirata”, llevan años dedicándose a la creación de contenidos en las mencionadas plataformas y redes. Ellos viven para comer.

Cuando llegó el confinamiento, gran parte de su oficio se vio detenido, además de que tenían contemplado un viaje a Estados Unidos, en 2020, para hacer una ruta gastronómica, como cada año lo realizaban.

Entonces, fraguaron un plan alterno, pusieron las cartas sobre la mesa y discutieron sus gastronomías favoritas, el objetivo no estaba tan lejos de la Unión Americana, solo a una frontera de distancia, ahí en el país colindante al sur de Texas encontraron su respuesta. México era el destino obligado a visitar.

Durante nueve días, a contrarreloj, a prueba y error, del 5 al 13 de septiembre, los tres influencers se dejaron caer en la Ciudad de México y exploraron a fondo tacos, tortas, burritos, quesadillas, flautas, pozole y cuanta comida se les pusiera enfrente. Reporte Índigo tuvo un seguimiento exclusivo y sin filtros con estas celebridades del Internet.

Sorpresas culinarias al comer en México

“Mi contenido principal en YouTube son los viajes y sé que es lo que más éxito tiene y teniendo en cuenta que México es el segundo país de donde más seguidores tengo, después de España, y que no hay restricciones para entrar, yo tenía ya en mente venir a México desde hace mucho tiempo, porque estaba claro que era el sitio que tocaba visitar”, describe Joe Burgerchallenge.

Sin temor a que les cayera la venganza de Moctezuma, los tres comedores profesionales degustaron picante como nunca lo habían probado. El chile de árbol fue su kriptonita en las tortas ahogadas, y por si fuera poco, también atestiguaron el sismo del 7 de septiembre, sensación que nunca habían experimentado en su vida.

Visitaron desde la alta alcurnia gastronómica como Pujol y el mole madre de Enrique Olvera, hasta el barrio más icónicamente peligroso de la capital, Tepito, para probar tacos de hígado y hasta el caldo de migas de pan La Güera; asimismo, se llevaron sorpresas culinarias, como cuando Eduardo “Lalo” Villar los llevó a conocer la auténtica barbacoa de borrego, hecha bajo tierra, con pencas de maguey, hasta La Purificación, Texcoco en El Pica

“Esto es magia, porque no lo consigues, no puedes meterte a una agencia de viajes y decir ‘quiero tener una experiencia así’, es imposible, tienes que conocer a alguien, y Lalo en este caso nos ha llevado como si fuera su casa, como si fuéramos de su propia familia”, agrega Pirata.

Pero lo que causó un impacto en los youtubers, más allá de la comida, de los nuevos sabores y la rica gastronomía mexicana que excede en condimentos y especias, es el acercamiento que los fanáticos tuvieron hacia ellos, porque el recibimiento fue cálido, inesperado y de grata dicha, en casi todos los lugares que llegaban a comer.

“Algo que me parece bastante surrealista es que vengamos a México y tengamos tan buena acogida, que haya alguien que se haya esperado 10 horas, persiguiéndonos por cada local al que hemos ido, porque nos veía por las historias de Instagram y cuando llegaba ya nos habíamos ido, nos buscó 10 horas, con postres que había traído él y su chica, para al final encontrarnos en el último restaurante, después de todo el día, fue épico y muy bonito”
Tano VillarInfluencer

Esta es la historia de Agustín Gianni Silva Garzón, quien es de San Luis Potosí, pero actualmente vive en Puebla y vino exclusivamente desde la Angelópolis para conocer a las tres celebridades de YouTube. Con ellos terminó cenando codo a codo en Carajillo, la hamburguesa más viral en México bañada en queso amarillo, y compartieron la hazaña en redes sociales.

El joven seguidor se ha sentido inspirado al ver los canales de los influencers, porque más allá de que sean comedores, Tano Villar y Joe Burgerchallenge se mantienen en línea, con cuerpos esculturales por la rutina del gimnasio, y en más de una ocasión motivan a que sus fanáticos, también sigan la vía del ejercicio, lo que ha hecho Silva y también Andrés Flores y Marisela Hernández, quienes siguen a Pirata desde hace tiempo en redes, y se convirtieron en sus amistades entrañables en México.

“Le dije a Andrés ‘oye, vas a comer mucho, tienes que bajar al menos 10 kilos si quieres irte a comer con el Pirata a ese ritmo’ y se lo puso de meta y los bajó, ahorita ya vino Pirata, pero seguimos y vamos a seguir con ese régimen cuidándonos, para seguir disfrutando la comida”, confiesa Hernández.

El gusto por México en Joe, Tano y Pirata fue tal que les gustaría volver a futuro al país, ahora para explorar otras latitudes y más de su gastronomía; parte de la primera visita que tuvieron este año, podrá ser vista en un largometraje documental, producción original por Reporte Índigo en 2022.

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