La violencia de género y sexual son factores determinantes de los altos números de embarazos en menores de 14 años, revela un estudio presentado el día de hoy.
En el informe elaborado por Ipas México se analizan las condiciones en las que se da el embarazo infantil en el país, un fenómeno que ha repuntado en los últimos años.
Aunque se piensa que el embarazo infantil es consecuencia de actos deliberados por parte de niñas, niños y adolescentes que inician su vida sexual a temprana edad, de falta de información o falta acceso a métodos anticonceptivos, el informe revela que un gran número de los embarazos en niñas y adolescentes no son resultado de decisiones o “actos deliberados” en los que las menores tienen la capacidad para consentir o disentir el acto sexual.
“Se trata de condiciones ajenas al control de las menores, como: vulnerabilidad, desprotección, abandono, abuso, manipulación, chantaje, relaciones dispares de poder, marginación, pobreza, falta de oportunidades, entre otras; en las que se les retira la posibilidad de negarse al acto sexual provocando una grave violación a sus derechos humanos”, detalló Eliana Olaizola, Directora de Ipas México.
Uno de los hallazgos del documento “Violencia sexual y embarazo infantil en México: un problema de salud pública y derechos humanos” es que la diferencia de edad entre las menores de 15 años embarazadas y los hombres responsables del embarazo llega a ser muy significativa, ya que 70% de las niñas y adolescentes de entre 10 y 14 años, que tuvieron un hijo nacido vivo, reportaron que el padre tenía entre 18 y 78 años.
De igual forma, la investigación destaca que según datos de la Encuesta Nacional sobre Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016, se calcula que alrededor de 4.4 millones de mujeres sufrieron abuso sexual durante su infancia. Ocho de cada diez agresores fueron conocidos de las víctimas y un 67 por ciento familiares como padre, padrastro, tío, hermano, abuelo, etc.
En el país, el número de nacimientos en niñas de entre 10 y 14 años se ha venido incrementando desde 2003 y alcanzó su cifra más alta en 2016 con 11 mil 808, detalla el informe.
“Para poder alcanzar la meta 2030 y el compromiso de erradicar los embarazos en menores de 15 años, es necesario asegurar la implementación de acciones específicas, a nivel del sector salud, educación y procuración de justicia, para identificar y atender situaciones de violencia sexual detrás de cada embarazo infantil”, concluyó Eliana Oliazola.