En el ámbito político, los atentados contra candidatos a puestos de gobierno representan una grave amenaza para la democracia y la estabilidad de las naciones. Estos actos normalmente van más allá de simplemente eliminar a un oponente político; pretenden sembrar el miedo y la incertidumbre entre la población y los actores políticos. Esto deriva en una alteración en el proceso democrático.
Durante el último siglo, entre los atentados más relevantes de América figuran nombres notorios como Luis Donaldo Colosio en México, Luis Carlos Galán en Colombia, Kennedy en Estados Unidos, y el más reciente, Fernando Villavicencio, en Ecuador. Estos líderes políticos fueron asesinados antes de asumir el cargo presidencial.
¿Cómo los atentados amenazan la democracia?
Los atentados contra candidatos políticos representan una amenaza directa a la democracia por varias razones. Algunas de las principales son:
- Atentan contra la pluralidad: Impiden que diversas voces y propuestas estén presentes en el debate político.
- Generan miedo: Desalientan la participación tanto ciudadana como política al crear un ambiente de temor e inseguridad.
- Alteran el proceso electoral: Pueden cambiar el curso de una elección al eliminar a ciertos candidatos. Esto afecta de manera directa a la equidad de la competencia.
- Dañan la legitimidad: Cuando los ciudadanía percibe que las elecciones no son seguras, se puede erosionar la confianza en los resultados electorales y las instituciones.
¿Por qué la violencia electoral no debe ser politizada?
Por si la violencia homicida/magnicida no fuera suficiente, algunas figuras u organizaciones políticas intentan sacar provecho. Sin embargo, esto es un hecho que deshumaniza a las víctimas y divide la opinión pública, cuando debería tratarse de un hecho que se condene de manera unánime.
“Por eso es tan grave que el presidente haya politizado este tema con un fin electoral” expusieron panelistas de Tercer Grado (N+). “Con la violencia que estamos viendo, vamos a tener una sospecha permanente sobre los candidatos o las candidatas que ganen, que no mueran en el camino, o que no tengan ningún atentado”, detallaron.
De esta manera, los panelistas enfatizaron que la violencia es “la amenaza más fuerte a la democracia que tenemos actualmente”.
En este sentido, la politización de estos atentados puede ser perjudicial porque:
- Desvía la atención: En lugar de enfocarse en resolver el problema y buscar justicia, se puede caer en acusaciones partidistas que polarizan y distraen.
- Impide soluciones efectivas: La politización puede obstaculizar la colaboración entre diferentes sectores para crear estrategias de prevención y protección.
- Afecta la percepción pública: Puede generar una narrativa que distorsiona la realidad. Además, fomenta la división en lugar de la unidad frente a actos que, como adelantamos, deberían ser condenados por todos.
¿Quiénes o qué está detrás de un atentado?
En los primeros seis meses del proceso electoral en México, la firma de consultoría Integralia reportó un promedio diario de agresiones contra individuos vinculados al ámbito político.
Desde septiembre pasado hasta febrero de este año, se registraron 182 incidentes de violencia política, involucrando a 238 víctimas, es decir, aproximadamente 1.3 víctimas por día. Estos incidentes abarcan funcionarios, exfuncionarios, políticos, aspirantes a cargos electivos, así como familiares y víctimas colaterales.
Los asesinatos constituyen el 48.3 por ciento de las agresiones totales, seguidos por los atentados con el 21.8 por ciento. En total, se documentaron 88 asesinatos y 40 atentados hasta febrero. De todas las agresiones, 44 fueron dirigidas contra aspirantes o candidatos a cargos de elección popular.
El partido oficialista Morena concentró el mayor número de agresiones con un 31.8 por ciento, siendo los aspirantes del oficialismo el blanco principal de los grupos criminales debido a su influencia política.
Los aspirantes a cargos municipales son particularmente vulnerables, ya que representan el acceso directo al control de las economías locales. Guerrero, Michoacán y Chiapas son los estados con más víctimas totales de violencia política.
Las agresiones recurrentes incluyen asesinatos (38.6%), amenazas (27.3%) y atentados (18.2%). Aunque no existe un conteo oficial de víctimas, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana informó que hasta el 5 de marzo se habían atendido 23 solicitudes de protección de candidatos, incluídos los aspirantes presidenciales, a gobernador y a cargos federales.
¿Cuántos candidatos han sido asesinados?
En lo que va del proceso electoral en México, se ha registrado un alarmante aumento de la violencia política, con un promedio de una agresión diaria contra individuos vinculados al ámbito político. Así lo establece el reporte más reciente de Integralia, una reconocida consultora en asuntos públicos.
Desde septiembre del año pasado, cuando dio inicio el proceso electoral, hasta febrero de este año, Integralia ha documentado un total de 182 incidentes de violencia política, afectando a 238 personas, lo que representa un promedio de 1,3 víctimas diarias.
El reporte detalla que el 48,3 por ciento de estas agresiones corresponden a asesinatos, totalizando aproximadamente 88 casos hasta febrero, mientras que los atentados representan el 21,8 por ciento restante, con alrededor de 40 casos registrados en el mismo período.
Este informe destaca que 44 de estas agresiones fueron dirigidas contra aspirantes o candidatos a cargos de elección popular. En otras palabras, en promedio, un aspirante es agredido cada cuatro días.
La asociación civil Data Cívica, dedicada al análisis de datos y con enfoque feminista, también ha documentado esta tendencia preocupante. Según su último informe, solo entre enero y febrero de este año, se reportaron 10 asesinatos de precandidatos, con un promedio de cinco casos por mes.
Preocupación internacional por violencia electoral en México
En este contexto, Volker Türk, el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, emitió un llamado urgente para proteger las elecciones mexicanas de la violencia, ante la proximidad de varios procesos electorales programados para junio.
“Este inmenso ejercicio de los derechos políticos y civiles debe salvaguardarse contra la violencia“, declaró el alto comisionado durante el 55º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos.
Türk destacó la importancia de proteger el proceso electoral mexicano. Señaló que, junto con países como Ecuador, Haití y Honduras, la prevalencia del crimen organizado y la violencia de pandillas y otras organizaciones criminales tiene un grave impacto en la vida y los derechos de millones de personas en México.
También expresó su preocupación por las respuestas punitivas y militarizadas a la violencia, que en algunos casos han resultado en graves violaciones de derechos humanos. Consideró que de esta manera se alimenta un ciclo de violencia continuo.