Violencia digital ¿una realidad?
La violencia ha trastocado todos los espacios de la vida social y las redes sociales no son la excepción. El Congreso de Jalisco busca tipificar las agresiones en plataformas digitales al contemplarlos dentro de la Ley de Acceso a una Vida Libre de Violencia
Jonathan ÁvilaLa violencia a través de las redes sociales e internet se ha convertido en una realidad en nuestro país. Con el incremento de los usuarios y la penetración que han tenido en los últimos años, las dinámicas de interacción también se han visto invadidas por formas de violencia que afectan sobre todo a las mujeres.
Este tipo de fenómenos, denominados “violencia digital”, tienen sus expresiones más características en el ciberacoso, el control a través de mensajes, el sexting y la porno venganza. Acciones que en el estado de Jalisco ya tienen alguna tipificación en normas y leyes locales.
Ahora, el debate se ha reabierto con la reciente presentación de una iniciativa que busca ampliar el término de violencia digital dentro del marco de la Ley de Acceso a una Vida Libre de Violencia del Estado de Jalisco, pues se ha evidenciado que son las mujeres quienes son el mayor blanco de este tipo de expresiones.
La iniciativa, presentada por la diputada local panista Irma de Anda Licea, busca reformar el artículo 10 de la citada ley, para que se incluya la obligación a los gobiernos estatal y municipal de la erradicación de estos fenómenos virtuales.
A decir de lo expuesto por la legisladora, este tipo de violencia es cometida, instigada o agravada por el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, a través de plataformas de redes sociales, sistemas de mensajería instantánea o el correo electrónico
Este tipo de agresiones pueden causar un daño psicológico o emocional en la vida de las personas y además refuerza el prejuicio, daña la reputación, causa pérdidas económicas y plantea barreras a la participación en la vida pública y privada de quienes son blanco de ellas.
“Todas las formas de violencia en línea o facilitadas por las tecnologías contra las mujeres son preocupantes, y tienen consecuencias en sus vidas y el ejercicio de sus derechos. Desde luego los impactos de la violencia en línea suelen ser desestimados por distintas comunidades cercanas a las mujeres que la viven o por las autoridades”, señala la iniciativa.
De igual forma, la iniciativa recalca la importancia que debe de tener para la población el involucramiento del Estado en estos casos y las consecuencias de que las autoridades no asuman su papel en esta problemática.
Destaca que dejar de lado este tema podría afectar el derecho de acceso a la justicia y a las garantías judiciales si este tipo de violencia queda fuera de la mirada de las autoridades, en tanto que no se tramite, ni se brinde justicia a los casos denunciados.
¿Qué engloba la violencia digital?
De acuerdo con datos recientemente publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las situaciones de acoso que se dan en la red van desde los mensajes ofensivos, el contacto desde cuentas con falsas identidades y las llamadas cuya finalidad es el hostigamiento.
“Las mujeres están más expuestas a sufrir dos tipos de situaciones: insinuaciones o propuestas sexuales, con 30.8 por ciento declarado por ellas, contra 13.1 por ciento de los hombres; así como recibir fotos o videos de contenido sexual, con un 23.9 contra 14.7 por ciento, respectivamente”, señaló el organismo.
El INEGI documenta, con base en los datos de su Módulo sobre Ciberacoso 2017, que en Jalisco el porcentaje de mujeres, entre los 12 y los 59 años de edad, que vivieron ciberacoso en los últimos doce meses era de un 17.4 por ciento.
Citando datos de la Red Nacional de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos en México, el texto legislativo indica que son las mujeres jóvenes, entre 18 y los 30 años de edad, las que son más vulnerables en espacios digitales.
En cuanto al perfil de quienes ejercen este tipo de prácticas, se destaca que el 46.4 por ciento son personas con las que no existe una relación cercana, que es de poco trato o es conocido sólo de vista por parte de la víctima.
Por otro lado, el 32.7 por ciento de las personas que han sido blanco del ciberacoso dijo que los instigadores eran personas cercanas o en quien se podía confiar, como en el caso de los amigos; un 22.8 por ciento declaró casos con compañeros de clase o trabajo y un 22.3 señaló a personas con vínculos estrechos, como exparejas o familiares.
De acuerdo con datos del informe “Digital 2019: Global Internet Use”, elaborado por We Are Social y Hoosuite, en México existen alrededor de 88 millones de usuarios de internet, que representan el mismo universo de usuarios de las redes sociales.
Esto significa que un 67 por ciento de la población total del país es usuaria activa de las plataformas digitales, lo que habla de una dinámica amplia en la que la violencia cotidiana puede ser fácilmente traslada al espacio cibernético.
En ese sentido, existe un gran espacio para generar una prevención efectiva por parte de las autoridades para que los usuarios no sigan siendo objeto de acoso u hostigamiento.