El Programa presupuestario (PP) encargado de la conservación de las especies de la vida silvestre en México mediante alternativas productivas está en riesgo de desaparecer por el mal manejo de sus recursos y el incumplimiento de sus metas.
Se trata del PP “Conservación y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre”, de la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS), que es parte de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Este programa plantea que es necesario garantizar la conservación de las especies de vida silvestre mediante el impulso de alternativas productivas que permitan el desarrollo económico de la población asentada en las zonas rurales, con base en el diseño de instrumentos de carácter sustentable.
Por ello, entre 2018 y 2019, la DGVS recibió más de 343 millones de pesos para el proyecto, pero éste no registró avances en el cumplimiento de metas; ni tampoco aplicó los recursos a personas o grupos con algún grado de marginación, pobreza o vulnerabilidad ambiental, como es el objetivo.
Así lo concluyó el informe de auditoría 04/2020 realizado a la Dirección General de Vida Silvestre el año pasado, el cual se obtuvo a través de mecanismos de transparencia.
Debido a la falta de resultados, el Área de Auditoría Interna, de Desarrollo y Gestión Pública (AAIDMGP), quien realizó la investigación, recomendó analizar si este programa debería seguir en operación, pese a la importancia que tiene.
“Valorar la importancia que revisten los objetivos y metas del PP U020, en caso de que considere que no impacta en los objetivos y prioridades de la dependencia, se defina si es necesaria su continuidad como parte de los PP que administra la Semarnat”, se lee en la autoría del Órgano Interno de Control.
¿Por qué es importante el programa de vida silvestre?
El programa presupuestario “Conservación y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre” surgió en el 2010 como parte de la política nacional de conservación y aprovechamiento sustentable de la vida silvestre, se explica en la auditora 04/2020.
Lo anterior a través del fortalecimiento y creación de las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) y Predios e Instalaciones que Manejan Vida Silvestre de forma confinada fuera de su hábitat natural (PIMVS).
Las UMAS son predios o instalaciones registrados que operan de conformidad con un plan de manejo aprobado y dentro de los cuales se da seguimiento permanente al estado del hábitat y de poblaciones o ejemplares que ahí se distribuyen.
Mientras los PIMVS son predios o instalaciones que manejan la vida silvestre de forma confinada, fuera de su hábitat natural, que no tienen como fin la recuperación de especies o poblaciones para su posterior reintegración a la vida silvestre y no requerirían aprobación de sus planes de manejo por parte de la secretaría y no serán considerados como UMA, señala la Ley General de Vida Silvestre.
De acuerdo con la auditoría, el programa centra su atención en el problema del deterioro ambiental y la pérdida de la biodiversidad en las regiones rurales de México, ya que actualmente un número importante de especies de vida silvestre de gran valor cultural y económico del país están en riesgo.
“Al vulnerarse el hábitat de las especies de vida silvestre y ponerse en riesgo su subsistencia, y su productividad, también se han vulnerado las condiciones de vida y desarrollo de los habitantes de las comunidades rurales del país que durante años han mantenido con ellas una estrecha relación cultural y productiva. De ahí la importancia de la preservación de las especies de la vida silvestre”, dice.
Por ello, el PP plantea que es necesario garantizar la conservación de las especies de la vida silvestre mediante el impulso de alternativas productivas que permitan el desarrollo económico de la población asentada en las zonas rurales como las UMAS y los PIMVS, los cuales buscan promover la conservación del hábitat natural y de sus poblaciones de especies silvestres a través de su aprovechamiento sustentable.
Otras fallas de la DGVS
En total, la auditoría 04/2020, realizada a la Dirección General de Vida Silvestre, emitió un total de seis observaciones de riesgo medio, entre las que se encuentra la relacionada con el PP “Conservación y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre”.
La segunda observación es que los dos indicadores del Programa presupuestal “Regulación Ambiental” de la DGVS están desactualizados, lo que causa un inadecuado seguimiento y evaluación.
La auditoría señala que la información que presenta la DGVS carece de congruencia, calidad y veracidad. “No hay suficiente supervisión de la calidad de la información que se está reportando a la Subsecretaría. Y hay ausencia de personal designado para el control y seguimiento en la actualización y registro de los indicadores.
La tercera es que el Sistema de Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (SUMA) no da certeza que contenga información confiable y veraz y está desactualizado. “Ya que se desconoce la superficie total de predios o instalaciones en donde se realizan actividades de conservación y aprovechamiento sustentable”.
La cuarta observación es que la DGVS omitió la formulación de su Programa Operativo Anual (POA) para los ejercicios 2018 y 2019, por lo que no es posible que constante su congruencia y el cumplimiento de los objetivos y metas establecidas a nivel institucional.
El quinto punto que se destacó es la falta de integración y organización por parte de la documentación y/o expedientes que conforman al Archivo de Trámite de la DGVS generados y recibidos en 2018 y 2019. Mientras que la sexta observación son errores u omisiones en la captura de los datos de los trámites de autorización del establecimiento de UMA.