Las medidas tomadas por la pandemia de Covid-19 para la verificación vehicular en la Ciudad de México han resultado polémicas.
El Gobierno capitalino implementará la medición de las emisiones de automóviles solo una vez al año por lo menos en este 2020, debido a la contingencia sanitaria.
La duración de esta medida dependerá del estado de la pandemia, anunciaron las autoridades el pasado 5 de junio.
Al respecto, organizaciones civiles acusan que se incentiva el uso del auto, al ser una restricción menos que aumentará los niveles de contaminación en lo que resta de 2020.
Mientras que expertos opinan que restar una verificación en la ciudad se compensará en términos de la calidad del aire por la reducción del tránsito vehicular.
No obstante, los contaminantes no disminuirán por las emisiones provenientes del Estado de México (Edomex).
Las implicaciones de relajar la verificación
Los autos que verificaron antes del 23 de marzo, al inicio de la contingencia sanitaria (engomado amarillo, rosa y rojo), lo harán hasta el próximo año cuando se defina un nuevo calendario para realizar la prueba.
Los demás, con calcomanía verde y azul, la realizarán en el segundo semestre de 2020, en cuanto el semáforo de la pandemia cambie de rojo a anaranjado y permita la apertura de verificentros.
En total, son 5 millones 144 mil automóviles particulares los que verificarán solo una vez en este año, de acuerdo con cifras del parque vehicular en la ciudad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Cabe recordar que desde 2016 se implementó la verificación dos veces al año como parte de las estrategias para mejorar la calidad del aire en la ciudad.
Y en junio de 2019, después de una contingencia ambiental extraordinaria por partículas finas PM 2.5, el gobierno dio a conocer que los autos nuevos ya no iban a tener el holograma 0 y 00 para circular diario de manera automática, sino que tenían que demostrar una eficiencia de combustible de un litro de gasolina por 15 kilómetros recorridos.
Ambas modificaciones fueron reconocidas por asociaciones como Iniciativa Climática de México, Greenpeace, entre otras, debido a que el endurecimiento de la prueba de contaminantes era una de sus demandas desde hace años.
Actualmente, activistas acusan que relajar la verificación podría elevar los niveles de sustancias nocivas en el aire en lo que resta de este 2020.
Incentivo dañino
Stephan Brodziak, miembro del Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire (OCCA), asegura que la medida además de ser un incentivo para usar más el automóvil (principal emisor de contaminantes), también es un retroceso a las acciones implementadas durante 2016 y 2019.
Los automóviles, de acuerdo con el Inventario de Emisiones 2016 de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), son responsables del 53 por ciento del total de contaminantes en el aire de la capital.
Brodziak indica que desde 2016 las verificaciones fueron más estrictas y se hizo necesario que los autos con más de cinco años de antigüedad tuvieran una afinación para pasar.
El especialista añade que una verificación menos para los automóviles será un motivo para que los propietarios solo realicen una afinación que reduzca contaminantes, en comparación de 2016, 2017, 2018 y 2019 cuando hicieron dos.
“Me parece importante que se retome la verificación, no hay tanto problema por los autos nuevos, la cuestión son los modelos anteriores que tienen que ser afinados”, considera.
La medida podría no ser perjudicial si se aplica vigilancia de emisiones de contaminantes en campo con monitores especializados y patrullas ambientales, dice Brodziak.
Edomex, ¿el culpable de la falta de verificación?
Ricardo Torres, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señala que la ciudad tiene políticas estrictas de verificación y su parque vehicular es reciente, en comparación con otras entidades.
Por lo cual, si no se aplica la verificación dos veces, la calidad del aire no se verá afectada si se mantiene la reducción de tránsito vehicular.
Datos del Gobierno capitalino revelan que la afluencia de autos en la capital del 23 de marzo al 9 de junio, durante la contingencia sanitaria, ha presentado reducciones de entre 80 y 60 por ciento en comparación con un día normal.
Sin embargo, son las acciones de su vecino, el Estado de México (Edomex), las que podrían repercutir de manera importante.
La entidad tomó la misma decisión que la capital de aplicar sólo una vez año la verificación por la contingencia por Covid-19.
Sin embargo, Torres considera que esto podría afectar a la calidad del aire de la ciudad porque las verificaciones en el Edomex son menos estrictas y su parque vehicular más antiguo.
El 3 de enero de 2019, el Gobierno mexiquense, al dar a conocer su programa de reemplacamiento informó que en la entidad hay 7.5 millones de autos y la mayoría son modelos anteriores a 2013.
El académico de la UNAM refiere que una solución es actualizar a nivel nacional las normas de verificación para hacerla más estricta en el país y emitir una regulación para que el transporte de carga, emisor de partículas finas PM 2.5, también tenga que pasar la prueba de contaminantes.