Con la proclamación de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, las consecuencias por la falta de veracidad en los resultados electorales han comenzado. Foto: Especial

Venezuela, entre críticas por fraude electoral y victoria chavista

Después de la victoria chavista en Venezuela, Nicolás Maduro tendrá que enfrentar una gestión plagada de críticas internas, descontento social, rupturas diplomáticos y una oposición creciendo cada día más

Nicolás Maduro tiene solo un día como presidente de un nuevo periodo en la República Bolivariana de Venezuela, pero sin el respaldo de una mayoría de los países de la región.

Al medio día de ayer, el representante del chavismo se proclamó como jefe de Estado a través de la autorización del presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Moreno, quien aseguró que las elecciones se llevaron a cabo en un ambiente de paz y seguridad, a pesar del deceso de un ciudadano y varios heridos en el estado de Táchira.

La postura de Moreno tampoco coincidió con el panorama social y político nacional y regional. Mientras que en Petare, el bastión histórico del chavismo, se registró un cacerolazo en protesta de los resultados obtenidos el pasado 28 de julio y manifestaciones en Caracas, los gobiernos de América Latina cuestionaron la victoria de Maduro.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, por ejemplo, aseguró en su conferencia mañanera de ayer que esperaría hasta que se terminaran de contar los votos para oficializar la victoria de su homólogo venezolano, una posición que compartió Gabriel Boric, mandatario de Chile.

Con el 80 por ciento de las actas escrutadas la noche del domingo, el CNE le dio la reelección a Maduro tras obtener el 51.2 por ciento de los votos; siete puntos más que Edmundo González, el aspirante de la derecha.

“El pueblo quiere paz, prosperidad, progreso, por otro lado (hay) élites llenas de odio con un proyecto fascista alineado con el gobierno estadounidense”, declaró ayer Maduro, quien a su vez remarcó que, como presidente, llevará a su país a la unión nacional a través del diálogo, la paz, la igualdad y la independencia nacional.

A pesar de la postura de Maduro, para Venezuela “viene una situación muy delicada” mientras no existan pruebas de que el chavista alcanzó la mayoría de los votos de manera democrática, así lo asegura el doctor Fernando Neira Orjuela, investigador del Centro de Investigaciones de América Latina y el Caribe (CIALC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“¿Qué viene para Venezuela? Una situación muy delicada mientras no haya pruebas contundentes de la victoria de Maduro. Vienen protestas no solo de sectores de la oposición, sino de quienes esperaban ver otra cara; pueden existir manifestaciones al interior como fuera de Venezuela porque recordemos que existe una importante población venezolana en el extranjero”, detalla especialista en la región.

Desde su perspectiva, ahora es el momento para que la oposición muestre unidad o de lo contrario puede repetirse el escenario que vivió el país luego de las últimas elecciones con la auto proclamación de Juan Guaidó como presidente electo, pero con un descenso paulatino por la falta de respaldo de la oposición.

Sobre la situación que vive su país, Guaidó dejó en claro que del lado de la oposición aprendieron, lucharon, resisten y saben que dependen de cada uno de ellos para recuperar la democracia venezolana.

La duda internacional

Por la victoria de Maduro en las elecciones presidenciales, la comunidad internacional reaccionó, pero no de la manera que el oficialismo esperaba.

Mientras que Paraguay, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay publicaron un comunicado en conjunto en el que expusieron su preocupación por el desarrollo de la jornada electoral y exigieron la revisión completa de los resultados con la presencia de observadores electorales independientes, representantes de organizaciones humanitarias hablaron de falta de veracidad.

Juanita Goebertus, directora de la división de las Américas de Human Rights Watch, aseguró que proclamar a un ganador sin acceso a las actas y sin poder auditar los resultados violó el derecho al voto y la participación política.

“Este hecho se suma a la represión de opositores y la cooptación del CNE confirma que estas no han sido elecciones libres ni justas”, declaró Goebertus.

En Estados Unidos, aunque la vicepresidenta Kamala Harris aseguró que se debe respetar la voluntad del pueblo venezolano, Antony Blinken, secretario de Estado, dudó que el resultado reflejara la voluntad o los votos de los electores.

Sobre la postura estadounidense, el doctor Fernando Neira Orjuela del CIALC de la UNAM resalta que las sanciones a Venezuela podrían continuar, pues solo se habló del retiro de las mismas si había garantías de democracia en las elecciones.

Estados Unidos y la Unión Europea podrían aplicar más sanciones, lo que es muy preocupante porque más que afectar al gobierno, es la población la que se ve privada de apoyos de carácter social. Estas sanciones lo que va a llevar es a una mayor pobreza y migración no como en etapas anteriores, pero sí nuevos ciclos de movimiento social ante los resultados”, menciona.

En 2023, la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI) de la Universidad Católica Andrés Bello, halló algunos cambios en los flujos migratorios de venezolanos por razones asociadas a las crisis económicas y políticas en países de la región.

El año pasado, Colombia lideró la lista de Estados que más recibe a migrantes venezolanos; en segundo y tercer lugar quedaron Perú, Chile y Estados Unidos.

Según explica el latinoamericanista, las múltiples reacciones a los resultados en Venezuela se deben a la importancia que tiene el país por sus riquezas de petróleo; de lo contrario, el evento electoral quedaría relegado como ocurre en países como Haití.

Del mismo modo, agrega que la demora para que se dieran a conocer los resultados, el que no se mostraran las actas que confirmaran los votos y el antecedente de la lucha en contra de la oposición por la inhabilitación a la derechista María Corina Machado, llevó a la comunidad internacional a preocuparse por el resultado.

Maduro aislado

Con la proclamación de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, las consecuencias por la falta de veracidad en los resultados electorales han comenzado.

Solo un par de horas después de que Maduro tomara protesta, el gobierno informó a través de la Cancillería el rompimiento de relaciones diplomáticas con Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay por sus acciones y declaraciones.

Según se detalló en el oficio, los siete países mencionados son subordinados de Washington y están comprometidos con los “postulados ideológicos del fascismo internacional”.

Antes de que se oficializara la postura de la Cancillería, el gobierno de Panamá llamó a una reunión de emergencia de la Organización de Estados Americanos (OEA) y puso en pausa sus relaciones diplomáticas con Venezuela con el retiro de todo su personal diplomático del territorio hasta que no se volvieran a contabilizar los votos.

Por la falta de respaldo a la victoria presidencial de Nicolás Maduro, su gobierno comenzó a romper relaciones diplomáticas con países de la región, dejando a su nación sin socios cercanos. Foto: Especial

En opinión de Daniel Muñoz, internacionalista y jefe de la carrera de Relaciones Internacionales de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la UNAM, la presión ejercida por el rompimiento de relaciones diplomáticas y las críticas de gobiernos cercanos podrían significar que el régimen tiene problemas.

“Los señalamientos de gobiernos de izquierda moderada, como del presidente (Gabriel) Boric o (Luiz Inácio) Lula da Silva, nos hacen ver que el gobierno de Maduro puede estar pendiendo de un hilo con sus aliados tradicionales (…) Todas las incidencias del fin de semana, donde vimos que las elecciones se llevaron con una serie de irregularidades, indican que si bien Maduro se mantiene en el poder lo hace carente de legitimidad tanto al interior como fuera de su país, lo que podría tener consecuencias económicas al aislar al régimen más de lo que ya está”, apunta el especialista.

Asimismo, señala que la autenticidad brindada por elecciones libres y transparentes se ha convertido en un requisito fundamental para posicionarse en el escenario internacional.

“Hoy por hoy la democracia es el elemento clave para la convivencia a nivel internacional. Todo país que quiera ser bien recibido en el seno de la comunidad internacional tiene que ser un país que defienda la democracia, si esta falla, automáticamente está fuera de las reglas que operan en el mundo y esto trae consecuencias”, opina el académico.

El presidente chileno, Gabriel Boric, advirtió que los resultados anunciados por el CNE son poco creíbles para quien observa las elecciones.

“La comunidad internacional y el pueblo venezolano, incluyendo los millones de venezolanos en el exilio, exigimos total transparencia de las actas y el proceso (…) Desde Chile no reconoceremos ningún resultado que no sea verificable”, escribió en X el mandatario.

El respaldo al chavismo

Mientras países de la región latinoamericana exigen transparencia al Consejo Nacional Electoral (CNE) por los resultados de las elecciones, en otras latitudes las congratulaciones al gobierno chavista no se hicieron esperar.

Rusia, China, Cuba e Irán felicitaron a Nicolás Maduro minutos después de que el CNE anunciara los resultados, a lo que Occidente consideró que los gobiernos de estos países están encabezados por líderes autocráticos y que el respaldo de dichos Estados puede verse como el apoyo a un líder de características afines.

El vocero de la Cancillería de la República Popular China, Lin Jian, declaró que Venezuela y China son “buenos amigos y socios que se apoyan mutuamente”. El diplomático también señaló que su país trabajará con el gobierno de Maduro para enriquecer su alianza estratégica.

Los aliados internacionales del régimen venezolano manifestaron su reconocimiento a los resultados de la elección y respaldaron al gobierno bolivariano, lo que ayuda al gobierno de Nicolás Maduro ante las sanciones de Washington. Foto: Especial

Durante la última década, China se ha convertido en un inversionista en países en desarrollo y con ello ha volcado su mirada hacia Latinoamérica. Actualmente, Beijing es el principal socio comercial de Caracas con una relación comercial que supera los mil 700 millones de dólares, de acuerdo con la Cámara de Comercio e Industria.

En opinión de la doctora Claudia Edith Serrano, latinoamericanista de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, el respaldo de estos gobiernos puede ayudar con la credibilidad de las elecciones en el plano internacional, más no es sustituto de transparentar los resultados; sin embargo, asegura que sí podrían ayudar en caso de que se endurezcan las sanciones extranjeras.

“De alguna manera tanto Rusia como China tienen una asociación estratégica con Venezuela desde el triunfo de la Revolución Bolivariana de Hugo Chávez, y se ha fortalecido en estos años. China principalmente ha expandido sus sectores de participación en el país y eso le ha permitido a Venezuela tener un respiro ante las sanciones económicas que ha impuesto Washington”, señala la especialista.

La académica destaca que Venezuela ha logrado diversificar su economía, principalmente debido a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América, lo cual pone al gobierno de Maduro en una mejor situación para enfrentar las represalias económicas que pueda recibir por parte de otros actores.

Pese a las ventajas que Venezuela ha construido, la doctora advierte que el ciclo de dependencia a las exportaciones de materias primas que sumió a la República Bolivariana en crisis durante los primeros años del gobierno de Maduro puede llegar a repetirse debido al interés concentrado de China por la explotación de recursos naturales.

China prioriza proyectos de infraestructura y explotación de minerales e hidrocarburos, por lo que incentiva a la economía venezolana a priorizar estos sectores de los cuales ya tiene una alta dependencia”, apunta la académica.

Si bien China es el principal socio comercial venezolano y el apoyo de Beijing pesa a nivel económico, el respaldo de Rusia a las elecciones presidenciales también brinda un socio estratégico en el escenario internacional.

El gobierno de Rusia no solo reconoció los resultados y felicitó al presidente Maduro, sino que la Cancillería instó a todas las fuerzas políticas dentro y fuera de Venezuela a abstenerse de “acciones provocativas que puedan perturbar la situación en la nación sudamericana y socavar la seguridad regional”.

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