En Apatzingán, Michoacán, al menos cinco estudiantes de secundaria fueron hospitalizados tras presuntamente intoxicarse con un cigarro electrónico de los denominados ‘Max’, la mañana del martes pasado.
Se desconoce la sustancia que vapearon
El incidente ocurrió en la Escuela Secundaria Técnica Número 5, ubicada en la colonia Ferrocarril, donde los adolescentes, de 14 años, consumieron una sustancia desconocida a través del vapeador.
Tras presuntamente haber veapeado, los menores presentaron síntomas de intoxicación. Inmediatamente, se notificó a sus padres, y fueron trasladados al Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y al Hospital Regional para recibir atención médica.
Actualmente, dos de los jóvenes están siendo tratados en unidades médicas de la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM), mientras que los otros tres reciben atención en el Hospital General 9 del IMSS y en la Clínica del ISSSTE.
Ante la situación, la Secretaría de Salud de Michoacán desplegó la Jurisdicción Sanitaria de Apatzingán para entrevistar al director de la escuela y evaluar el caso. Además, la Brigada Itinerante de Salud Mental orientó al resto de estudiantes sobre los riesgos del consumo de sustancias ilícitas.
¿Qué pasa si un adolescente vapea?
De acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, la nicotina puede dañar el cerebro en desarrollo de los adolescentes, afectando la atención, el aprendizaje, el estado de ánimo y el control de los impulsos.
El uso de cigarrillos electrónicos en adolescentes es perjudicial, pues el cerebro se sigue desarrollando hasta los 25 años.Además, consumir nicotina en la adolescencia podría aumentar el riesgo de adicción a otras drogas en el futuro.
Respecto a ello, una investigación de Codi Peterson, doctor en Farmacología del Departamento de Emergencias del Hospital CHOC en Orange, asegura que los cigarrillos electrónicos pueden provocar bronquitis crónica, tos, irritación e inflamación de los pulmones, dificultad para respirar, adicción y un mayor riesgo de ansiedad y depresión.
Tras el incidente, las autoridades de salud continúan monitoreando la situación y brindando apoyo a los afectados, mientras se realizan análisis para determinar la sustancia específica que causó la intoxicación.