Tras la controversia entre México, Estados Unidos y Canadá por el tema energético, el coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, señaló que la mayoría oficialista “vamos a cerrar filas” con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
“En este sentido nosotros somos muy firmes y vamos a cerrar filas con el Ejecutivo Federal, porque el T-MEC representa la piedra angular para el desarrollo económico regional de América del Norte, en el cual las partes establecimos acuerdos comunes de derechos y obligaciones en diversas materias y en el sector de energía, en la política energética del gobierno mexicano”, expresó.
Afirmó que México no tiene temor de la consulta que el gobierno de Estados Unidos y Canadá solicitaron por la política energética del gobierno del presidente López Obrador en el marco del T-MEC.
“Nosotros no tenemos temor, porque México fue en la política energética muy cuidadoso”, aseveró durante un encuentro de embajadoras, embajadores y representantes de la Unión Europea.
Precisó que el capítulo 8, donde se habla de hidrocarburos, fue cuidadosamente aprobado y negociado, por lo que insistió que nuestros instrumentos nacionales no son tema de debate
“En el capítulo 8 del T-MEC es donde se reconoce la propiedad directa, inalienable e imprescriptible del Estado Mexicanos sobre los hidrocarburos”, recordó.
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Aquí, parte del mensaje que emití en un encuentro amigable con embajadoras, embajadores y representantes de la Unión Europea, fijando la posición de la mayoría parlamentaria en el @senadomexicano. pic.twitter.com/IDxBkkwiC5
— Ricardo Monreal A. (@RicardoMonrealA) July 21, 2022
El miércoles, los gobiernos de Canadá y Estados Unidos anunciaron que presentarán una controversia en contra de México al considerar que la política energética es violatoria del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Por lo que ambos países solicitaron el establecimiento de un proceso de consultas sobre el incumplimiento de México en los acuerdos en materia energética.
Al considerar que la política energética del país beneficia a las paraestatales Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en detrimento a empresas extranjeras.