El último lote de vacunas BCG que llegó a México marcaba como fecha de vencimiento septiembre de 2020 y algunos trabajadores de la salud siguen colocándola pese a que su fecha de caducidad expiró.
Laura Alarcón, madre de Diego, comenta que al menos en dos ocasiones, durante la búsqueda de la vacuna, se encontraron con lotes vencidos, pues el pequeño nació el 30 de octubre pasado, cuando todas y cada una de las vacunas que aún había en el país tenían un mes de haber caducado.
“Saliendo del hospital en el que nació fuimos a buscarla a donde nos mandaron y nos dimos cuenta que estaba caduca, aunque nos enseñaron un comunicado de Cofepris que decía que podía ponerse así, preferimos no ponérsela”, relata.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) informó el pasado 12 de octubre, que a pesar de que el lote caducó, aún era posible aplicar las existencias de BCG a los pacientes recién nacidos.
Sin embargo, el 3 de noviembre, apenas unos días después, se retractó e indicó a los aplicadores de la vacuna, del ámbito privado y público, que no se usara más ese lote.
Durante la segunda parte de noviembre y lo que va de diciembre, médicos pediatras de todo el país han alertado a la población, a través de redes sociales, acerca del peligro de hallar en su búsqueda de la vacuna BCG, una inyección caduca o apócrifa.
Así lo hizo el doctor David Villalobos Horcasitas, médico pediatra de Cárdenas, Tabasco, quien realizó una publicación que se hizo viral en la que evidenciaba las reacciones físicas de un paciente de un mes de edad al que se le aplicó una de estas inyecciones.
En entrevista con Reporte Índigo, Villalobos relata que a su consultorio llegaron cuatro niños con lesiones cutáneas similares, fiebre y diarrea. Lo único que estos pequeños tenían en común era que sus madres aseguraban que recientemente les habían aplicado la vacuna BCG en un mismo sitio.
Las inyecciones administradas a estos bebés, cuyas progenitoras atendieron un anuncio de Facebook en el que personas que no se identificaban como profesionales de la salud ofertaron dosis de la vacuna BCG, fueron aplicadas después de que el lote expiró.
Por las consecuencias de salud en los bebés, Villalobos y varios de sus colegas de Tabasco creen que las reacciones vistas en su consultorio, impropias de la BCG, están relacionadas al uso de vacunas caducas o apócrifas.
“Nunca se había visto que esa vacuna provocara eso, hay inflamación de ganglios como reacción común, pero la hiperqueratosis (reacciones cutáneas) no son parte de las reacciones de la BCG”, explica.
Vacuna BCG: Protección básica
La vacuna BCG, que protege de la tuberculosis meníngea, forma parte del esquema básico de vacunación de México y otros países de Latinoamérica, sin embargo, en naciones del norte del continente no se aplica esta inyección a los recién nacidos ya que están blindados por su mejor calidad de vida.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) estimó en 2019 que 14 países de la región registraron 12 mil 458 muertes por tuberculosis, de las cuales 2 mil 569 ocurrieron en México en 2016.
Según el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), ese mismo año se registraron 21 mil 184 casos de esta enfermedad a nivel nacional, con mayor incidencia en estados como Baja California, Veracruz, Guerrero, Tamaulipas y Sonora.
Las entidades con más casos y muertes por tuberculosis hasta 2019 son: Baja California, Veracruz, Guerrero, Sonora, Tamaulipas, Chiapas, Nuevo León y Tabasco. Es en las principales ciudades de estos estados en las que se concentran los afectados por este padecimiento.
El doctor Villalobos Horcasitas comenta que la aplicación de esta vacuna se hace más necesaria en estados en los que priman condiciones de pobreza, hacinamiento, mala alimentación y falta de acceso regular a agua corriente.
Sin embargo, su colega Maritza Ayala, médico pediatra del sector público y privado en Guadalajara y Morelia, considera que la protección contra esta enfermedad sigue siendo necesaria incluso en las grandes urbes de México, pues durante su práctica profesional se ha topado con casos en la CDMX y Guadalajara, dos de las principales ciudades del país.
La pediatra insiste que aún en zonas urbanizadas se encuentran pacientes con esta infección; que tiene diversas variantes: meníngea, renal, pulmonar y cutánea, y que por ello sigue formando parte del esquema de vacunación.
“Es una enfermedad que puede poner en riesgo la vida, igual que todos los padecimientos que son prevenibles por vacunación, el mayor riesgo es para niños menores de cinco años”, puntualiza Ayala.
El uso de la vacuna BCG no sólo se limita a la protección de niños y adolescentes de hasta 14 años, rango máximo de edad para ser aplicada. También es muy solicitada para tratar el cáncer de vejiga en pacientes masculinos.