El país tiene puestas sus esperanzas en la vacuna contra el COVID-19, pero los procedimientos y los datos indican que la propagación del virus no se detendrá con la colocación del fármaco a toda la población.
De no contenerse el problema del contagio masivo, el camino sería otro confinamiento que afectaría todavía más la ya deteriorada economía de México.
“Estos datos no abordan si la vacunación previene la infección asintomática”, indica un estudio de la revista The New England Journal of Medicine publicado hace unos días, lo que hace pensar que aunque las personas estén vacunadas no se podrá evitar la infección de SARS-CoV-2.
El análisis indica que si bien las personas que obtengan la vacuna no podrán reproducir en su organismo la enfermedad de COVID-19 que provoca el virus, no existe evidencia científica de que dejarán de ser portadores.
A estos elementos se suma la dificultad para tener otro gran confinamiento en medio de una temporada de fin de año en el que la gente está acostumbrada a salir de casa para hacer compras y reuniones extensas el 24 y 31 de diciembre.
El incremento de contagios y hospitalizaciones derivó, por ejemplo, en que el Gobierno de la Ciudad de México haya implementado el cobro de multas por fiestas y encuentros familiares en departamentos y casas habitación. La Procuraduría Social ha dicho que primero se buscará el diálogo con los vecinos y de no atender a los llamados se sancionará por más de ocho mil pesos y la cifra subiría a 17 mil en caso de reincidencia.
Otra de las acciones es que en colonias que son puntos de reunión social por la abundancia de bares o restaurantes, como en el sector Roma-Condesa, se fortaleció la vigilancia nocturna y los establecimientos mantienen el servicio hasta las 22:00 horas, mientras que la venta de comida en las aceras se mantiene incluso durante la madrugada.
Las estadísticas registran un número parecido a las cifras reportadas en marzo y abril, cuando las autoridades de Salud consideraban que la pandemia había alcanzado su momento más crítico en el país, es decir, “el pico” o el número más alto de contagios.
El proceso de la vacuna
Al preguntar a la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud acerca del procedimiento para la vacunación por SARSCoV-2, el área que encabeza el subsecretario Hugo López-Gatell indica que las fechas para el arranque de la vacunación se determinarían hasta que la autoridad sanitaria autorizara el uso del fármaco de manera masiva en el país.
La inclusión de alguna vacuna en el Programa de Vacunación Universal de México se enmarca en el principio de gratuidad, por lo que no tendrá costo alguno para la población”, indica una respuesta vía transparencia de esa área de la Secretaría de Salud.
Desde el 8 de diciembre pasado, cuando se presentó el plan de vacunación contra el COVID-19, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que la vacuna se va a aplicar de manera universal, ya que es un derecho de todos los mexicanos.
“Se va a priorizar a médicos y enfermeras, los que están atendiendo enfermos de COVID y a las personas mayores. (…) Es para todo el país, hasta las comunidades más apartadas”, dijo el mandatario.
Un punto importante de la distribución de la vacuna -que en México en un primer momento estará encabezada por las Fuerzas Armadas y el sector oficial- es que estará a cargo del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
“De acuerdo a las atribuciones conferidas es la encargada (Insabi) de ejecutar y gestionar la detección de necesidades, así como la adquisición de insumos para que el país enfrente la pandemia”, explica la información.
En nuestro país, la instancia regulatoria que es la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) aprobó el uso de la vacuna PfizerBioNTech.
“Concluyó el proceso de evaluación de Pfizer-BioNTech, que fue sometido para la evaluación por la Cofepris el pasado 26 de noviembre, y tres países habían aprobado su uso de emergencia en el orden que fueron apareciendo: Reino Unido, la República de Baréin, Canadá, y se agrega México como el cuarto país”, dijo el 11 de diciembre López-Gatell.
La meta de cobertura es vacunar al menos al 75 por ciento de la población de 16 y más años en un intento por reducir las muertes por COVID-19.
“No vacunándonos se acaba la pandemia. No vacunándonos se termina la posibilidad de una infección si no cuidamos lo que ya se nos ha dicho todos los días en las conferencias”, explicó el titular de Salud, Jorge Alcocer.
En este contexto, se han detonado quejas por parte de pacientes y médicos por saturaciones en algunos hospitales. Es el caso del Hospital General, que ya manifiesta una sobreocupación a días de que se celebren las fiestas de fin de año.
“El Hospital General de México, que es uno de los hospitales más grandes de América, es un hospital que al día de hoy se ha convertido en hospital con semáforo rojo. Qué significa esto, que el número de internamientos nos está rebasando. Ya tenemos unidades completamente llenas y estamos volviendo a las características que tuvimos en mayo pasado”, dijo en un video el médico cirujano Juan Antonio Domínguez Zambrano, quien labora en el mencionado centro de salud.
“Si en el Hospital General ocurre esto, imagínense lo que está ocurriendo en el resto del país”, también alertó Domínguez.
En esta realidad, México se aproxima al cierre de año con los ánimos de la ciudadanía por festejar las fiestas de fin de año y el esfuerzo de los médicos que solo ven cómo la gente decide salir a la calle y exponerse a un contagio a unos días de que comience a llegar la vacuna.