Vacante codiciada

Aunque el empleo se definió como uno de los ejes rectores de la política social del Distrito Federal, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, dejó acéfala por casi tres meses la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo tras la renuncia de Carlos Navarrete.

A diferencia de lo que ocurrió en la Secretaría de Cultura, donde tras la renuncia de Lucía García Noriega el jefe de Gobierno designó de inmediato al antropólogo Eduardo Vázquez Martín como nuevo titular del área, la Secretaría del Trabajo se mantiene –hasta hoy que presuntamente se anunciará a un titular- bajo las riendas de un interino.

Y es que, tras la renuncia de Carlos Navarrete el pasado 15 de octubre, quien se separó del cargo para contender por la presidencia nacional del PRD, la dependencia responsable de las estrategias para combatir el desempleo en la capital quedó en manos de Francisco Curi Pérez como encargado de despacho.

No obstante que históricamente la Ciudad de México mantiene una de las tasas de desempleo más altas de la República Mexicana.

De hecho en los últimos años se muestra una tendencia creciente del desempleo y subempleo en los últimos 14 años. En 1998, en 2000 y 2002 las tasas de desempleo fueron de 4.0, 2.9 y 2.5 en la capital.

Para el 2005 la tasa de desempleo fue de 5.4 y apenas en el 2012 alcanzó los 6.35 cuando la media nacional se reportó en 4.86 por ciento.

 De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) a la población desempleada (estimada en 280 mil 535) y subocupada (368 mil 604) se suma la población “no económicamente activa disponible para trabajar que ha desistido de buscar empleo o que ya no lo busca por considerar que no tiene posibilidades de obtenerlo (452 mil 563), con lo cual se tiene una población total de 1 millón 101 mil 702 que presentan diversas necesidades de ocupación.

El sector de la población que oscila entre los 15 a 29 años que reside en la Ciudad de México observó la mayor tasa de desempleo; del total de desempleados, los jóvenes representan poco más del 40 por ciento.

De esa cifra de jóvenes desempleados, el 70 por ciento no tiene educación superior; el 20 por ciento solo tiene educación básica y secundaria incompleta.

Se estima que con estas características de escolaridad, aproximadamente se encuentran en condiciones de subocupación otros 165 mil jóvenes. A ello es necesario agregar 452 mil jóvenes de entre 12 a 29 años que ni estudian ni trabajan, los llamados NINIS.

En suma, se tiene en el DF un total de casi 700 mil jóvenes que presentan diferentes necesidades de empleo, casi dos terceras partes de la población que se encuentra en esas condiciones.

El pulpo del desempleo

Justo en la Ciudad de México es donde la falta de alternativas de empleo formales, el empleo informal, incrementa de manera considerable.

Una de las realidades más contundentes de la capital es el ambulantaje que históricamente representa un modus vivendi para miles en la ciudad.

Investigaciones realizadas por estudiosos de estos temas, sugieren que este sector es alimentado por la deserción de jóvenes que abandonan la escuela en los niveles de secundaria y educación media superior, así como quienes acceden a un trabajo y dada su baja escolaridad ingresan al mercado laboral en condiciones de informalidad e ingresos.

Así las cosas y de acuerdo a las cifras oficiales, el panorama del desempleo es un factor que urge frenar.

En el Programa General de Desarrollo del Distrito Federal 2013-2018 que formuló Miguel Ángel Mancera y su equipo para su administración, se diseñaron esquemas para la creación y fortalecimiento de los empleos que hoy están frenados.

A su llegada al GDF Mancera se propuso integrar a los jóvenes a los nuevos esquemas de empleo bajo la denominación de que el Distrito Federal “Sí estudia y sí trabaja”.

Carlos Navarrete, asignado por Mancera para desarrollar todas estrategias de reactivación del empleo en la capital, abandonó la Secretaría del Trabajo para perseguir sus ambiciones políticas.

Desde el pasado 15 de octubre al frente de dicha Secretaría quedó solo un encargado del despacho.

A su salida de esa secretaría Navarrete anunció que de enero a agosto que él estuvo al frente se generaron 97 mil empleos y estimó que para cierre de 2013 se alcanzarían los 100 mil.

Públicamente afirmó que dejaba las bases para dar continuidad a diversos proyectos iniciados, como el Instituto de Capacitación del Trabajo de la Ciudad de México.

De acuerdo con lo que dijo el jefe de Gobierno hoy podría conocerse el nombre de quien ocupe dicho cargo.

Debido a que la Secretaría del Trabajo fue asignada desde el inicio de sexenio a Carlos Navarrete de la corriente perredista Nueva Izquierda, conocida como “Los chuchos” del PRD, Mancera explicó que el sucesor del exsenador será nombrado independientemente a los jaloneos de las tribus del Sol Azteca.

“Vamos a darle prioridad a un perfil que nos garantice la comunicación, obviamente con las áreas, que nos garantice un liderazgo, un perfil también de compartir el proyecto que estamos encabezando, independientemente de las corrientes”, dijo Mancera.

Y es que en la lucha por los espacios, la Secretaría del Trabajo del DF representa para las tribus poder que garantiza plazas para los perredistas de alguna de las múltiples corrientes.

Por eso es que, según se dijo, para este lunes podría conocerse a quien dirija dicha Secretaría.