En este 2021, el Día Nacional Sin Auto llega en medio de contrastes a la Ciudad de México: la administración local ha cometido aciertos y errores en las acciones implementadas para reducir el uso del automóvil.
En 2018, a nivel nacional se emitió el decreto para que el 22 de septiembre se conmemorara este día, cuya intención es concientizar a la población y a las autoridades sobre la importancia de reducir el uso del automóvil, así como sus emisiones contaminantes.
Especialistas consideran que el Gobierno de la Ciudad de México ha tenido aciertos en el tema, como incrementar más del 70 por ciento la infraestructura ciclista.
No obstante, ha errado en aspectos como en la seguridad vial y en la construcción de algunos proyectos de transporte público, en los que no se le ha reducido espacio al automóvil.
Además, ha carecido de voluntad política y coordinación interinstitucional para llevar a cabo medidas con el fin de fomentar otras formas de transporte que no sean el automóvil.
Infraestructura, mayor logro
Las gestiones actuales de la Secretaría de Movilidad (Semovi), la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse), la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema), así como las 16 alcaldías de la Ciudad de México, han construido más ciclovías que las dos administraciones anteriores y es algo que se tiene que reconocer de cara al Día Nacional Sin Auto, dice Agustín Martínez, director de la organización ciclista, Bicitekas.
Datos de la Semovi dados a conocer en 2020 señalan que en 2018, antes de que iniciara la administración en turno, habían 251 kilómetros de ciclovías, cifra que para 2020 se incrementó a 432.
Es decir, en tan solo en dos años creció 72 por ciento la infraestructura para el uso de la bici y otros medios de movilidad activa no motorizada.
Además, 2020 fue el año en que el gobierno capitalino invirtió más dinero en ciclovías: 138 millones de pesos.
“Hay como nunca antes un crecimiento de infraestructura promovido por Semovi, Obras, Medio Ambiente y alcaldías. Esto es vital e importante”, declara Martínez.
Además, se han construido proyectos de transporte público y electromovilidad importantes que incentivan el uso de medios más sustentables que el automóvil.
“Esto ayuda mucho porque se mejora el transporte público a favor de todas las personas”, afirma.
Respecto a los avances en transporte público, la actual administración capitalina ha concluido la extensión de la Línea 5 del Metrobús de San Lázaro a la Prepa 1 en Xochimilco; así como la Línea 4 de San Lázaro a Pantitlán; se construyeron dos líneas del Cablebús en Iztapalapa y Gustavo A. Madero; y se compraron 182 trolebuses eléctricos.
“Hay un plan y vemos con optimismo esta inversión”, afirma Martínez.
A pesar de los avances referidos, el gobierno ha fallado en promover la movilidad sustentable como la falta de seguridad vial y los proyectos de movilidad que no reducen el uso del automóvil, considera Agustín Martínez.
El director de Bicitekas detalla que las autoridades no han tomado medidas para garantizar calles más seguras para peatones y ciclistas.
“Con la pandemia de COVID-19 se redujo el tránsito vehicular y la presencia de policía de tránsito disminuyó, lo que trajo consigo un incremento en accidentes”, declara.
Según datos del Reporte de Hechos de Tránsito del Cuarto Trimestre de 2020 de la Semovi, en ese año se registraron mil 419 percances viales en los que se vieron involucradas bicicletas.
Lo que representa un aumento de 47 por ciento respecto a 2019 cuando se reportaron 959 incidentes donde fueron víctimas ciclistas.
Por otra parte, menciona, hubo proyectos de movilidad que no le quitaron nada de espacio al auto ni desincentivaron su uso.
Martínez pone de ejemplo al Trolebús Elevado que correrá por Ermita en Iztapalapa y que al ir a 10 metros de altura, no reducirá ningún carril al automóvil particular.
También está el caso del Trolebici de Eje Central, que es un carril habilitado para el uso compartido de bicis y trolebuses.
“Viendo cómo quedó el Trolebici, no le quitó nada de espacio al auto”, declara.
Falta de voluntad política para desincentivar el uso del automóvil
En la Ciudad de México no se han tomado medidas más contundentes para desincentivar el uso del automóvil por falta de voluntad política, menciona Manuel Suárez Lastra, director del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Suárez Lastra dice que en la Semovi existen funcionarios que tienen la capacidad y voluntad para construir más ciclocarriles e infraestructura de movilidad activa. Sin embargo, factores políticos y externos impiden que lo lleven a cabo.
“Si la Semovi o la Sedema propone un plan de ciclovías, este debe ser autorizado por la Secretaría de Seguridad y la de Obras. Entonces se vuelve muy complicado, porque Seguridad puede pedir que no se construyan ciclovías porque las calles son muy angostas y no favorece el tránsito vehicular, mientras que Obras puede que también se oponga porque por una calle pasa una tubería y se necesita intervenirla de manera continua. Entonces, hace falta voluntad política si no se vuelve muy complicado”, explica.
Ante esta situación, considera, debe crearse un plan de movilidad activa para peatones, ciclistas y otros medios no motorizados a nivel regional en todo el Valle de México.