La pandemia de COVID-19 ha dejado a cientos de miles de niñas, niños y adolescentes mexicanos huérfanos, una problemática social que ha comenzado a atraer la atención de las autoridades nacionales y de los centros de estudios como el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República.
En el reporte “La Orfandad ocasionada por la pandemia”, elaborado por ese instituto en septiembre de 2021, y con base en un estudio publicado por The Lancet, se advierte que los infantes mexicanos que experimentaron la muerte de progenitores o abuelos “custodios” relacionada con COVID-19 superan los 141 mil casos.
En ese estudio, además de México, se analizaron las condiciones de orfandad que ha generado la pandemia de COVID-19 en otros cinco países de América: Argentina, Brasil, Colombia, Perú y Estados Unidos.
Es decir, además de los 131 mil 325 menores mexicanos que quedaron huérfanos de padre, madre o ambos por causa de la enfermedad del COVID-19, se identificaron otros 9 mil 807 que sufrieron la pérdida de sus abuelos “custodios”.
“Las niñas, niños y adolescentes en el tiempo de pandemia de COVID-19 han padecido consecuencias en distintas áreas de su vida: social, escolar, de salud, etc. Aunado a lo anterior, también han sufrido la pérdida de cuidadores, de padres o madres a causa del virus SARS-CoV-2. La orfandad provoca efectos negativos en cuanto a respaldo financiero, cuidados y afecto, guía y atención.
“Por lo anterior, es necesaria la intervención del Estado para contrarrestar las consecuencias desafortunadas que pueden padecer los menores de edad debido al estado de orfandad mediante políticas públicas eficaces que busquen solucionar los problemas apoyando a las y los infantes y adolescentes a salir adelante a pesar de experimentar la pérdida de vidas de sus cuidadores y protectores”, agrega el instituto.
Huérfanos por COVID-19 y DIF
La magnitud que ha alcanzado la orfandad causada por la pandemia ya se encuentra en el radar del Gobierno de México, particularmente a través del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), el cual incluso generó su propia estimación de menores de edad que han caído en esa situación desfavorable.
“De acuerdo con una investigación que lleva a cabo el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, en colaboración con los Sistemas Estatales y Municipales, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se estima que más de 118 mil niñas, niños y adolescentes a nivel nacional quedarían en situación de orfandad a consecuencia de la pandemia provocada por la COVID-19”, dio a conocer el DIF el pasado 23 de septiembre.
Dicha estimación de los menores de edad que ahora enfrentan la problemática de la orfandad, considera únicamente las pérdidas de los padres, pero no de los abuelos, como sí lo hace el reporte del Instituto Belisario Domínguez.
“La investigación, basada en la aplicación de millón y medio de cédulas de evaluación en los 32 estados del país, principalmente en hogares beneficiarios de programas alimentarios que coordina el DIF Nacional, proyecta de manera preliminar, con más de un millón de cédulas recibidas y 810 mil procesadas, que 86 mil 188 niñas, niños y adolescentes, habrían perdido a su padre; 32 mil 50, a su madre, y 124 a ambos, para hacer un total de 118 mil 362”, señala al respecto el Sistema Nacional DIF.
La titular del DIF Nacional, María del Rocío García Pérez, calificó esta información como “valiosa”, ya que, dijo, constituye un punto de partida para implementar acciones directas de atención hacia este sector vulnerable y atenuar así los efectos de la pandemia.
Incluso, anunció la instalación de una “Mesa Interinstitucional de Atención Integral a Niñas, Niños y Adolescentes en Situación de Orfandad por COVID-19”, para “fortalecer el trabajo desplegado por el gobierno federal, unificar esfuerzos y orientar, de mejor manera, las políticas públicas a su favor”.
Intervención legislativa
El Congreso de la Unión ha aprobado algunos exhortos al Poder Ejecutivo para que se ocupe de los menores que quedaron en orfandad por la pandemia.
Por ejemplo, la Comisión Permanente aprobó el siguiente el 25 de agosto de 2021: “Por el que se exhorta a los titulares del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de las Familias; a la Secretaría de Bienestar, y la Secretaría de Educación Pública a implementar medidas que garanticen la entrega de los apoyos y becas para las niñas, niños y adolescentes que han quedado en situación de orfandad por la pandemia en los municipios pertenecientes a la región fronteriza del estado de Sonora”.
Por su parte, la Cámara de Diputados aprobó el siguiente el 8 de abril de 2021: “Por la que exhorta a la Secretaría de Salud, a la Secretaría de Bienestar y al DIF, a impulsar las políticas públicas y programas sociales necesarios de atención y de apoyo a niñas, niños y adolescentes que hayan perdido a sus padres por motivo de la pandemia por el virus SARSCoV-2, que ocasiona la enfermedad del COVI-19 y hayan quedado en estado de orfandad”.
El Instituto concluye que es evidente que la pandemia ha dejado estragos en distintos sectores, uno de ellos es la desintegración familiar a causa de la muerte de millones de personas alrededor del mundo. En nuestro país, a inicios de septiembre de 2021 se habían perdido más de 266 mil vidas humanas de acuerdo con cifras oficiales.
“Las niñas, niños y adolescentes han experimentado el duelo de manera temprana, al perder tanto a cuidadores primarios como secundarios”, concluyen.