La UPOEG toma las riendas
Tras el surgimiento del movimiento de las autodefensas en Ayutla de los libres en el año 2013, la Unión de los Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) ha ido expandiéndose por la entidad y creciendo en número e influencia.
Carlos Salazar
Tras el surgimiento del movimiento de las autodefensas en Ayutla de los libres en el año 2013, la Unión de los Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) ha ido expandiéndose por la entidad y creciendo en número e influencia.
Tras el dictamen que da validez al sistema de usos y costumbres en Ayutla, el grupo dirigido por Bruno Plácido Valerio será, en la práctica, la nueva fuerza política predominante en el municipio, y desde ahí buscan expander no solo el sistema de usos y costumbres, sino el propio movimiento.
Ciudadanos y autoridades de Ayutla se muestran preocupados ante el futuro del gobierno en el municipio, pues aunque se haya desterrado de alguna forma a los partidos políticos, existe incertidumbre de cómo será la nueva administración emanada de la elección por usos y costumbres.
Para el director de Gobernación del Ayuntamiento de Ayutla de los Libres, Raúl Pacheco, la UPOEG ha venido inculcando en las comunidades la idea de la represión a la que han sido sometidos, lo que podría propiciar un revanchismo.
“Cuando tú le estás inculcando a la gente que han sido oprimidos y que ahora viene algo mejor para ellos estás sembrando en ellos una especie de rencor, ese sería el riesgo de una venganza”, afirma Pacheco.
Policía ciudadana, cuestionada
A 3 años del surgimiento de las autodefensas en Ayutla de los Libres, la hoy llamada policía ciudadana, parte de la UPOEG, es señalada por la comisión de diversos abusos y arbitrariedades hacia los habitantes de Ayutla y de la región.
Además de ello, se han enfrascado en un enfrentamiento abierto con otras organizaciones comunitarias de la entidad, principalmente con el Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del
Estado de Guerrero (Fusdeg).
La UPOEG, presumiblemente respaldada por el gobierno estatal, está buscando entrar en algunas comunidades en donde el Fusdeg tiene el control, lo que ya ha ocasionado enfrentamientos y muertos de ambos bandos.
Tan solo la semana pasada, siete policías ciudadanos murieron en la población de Tlayolapa en un enfrentamiento entre ambas facciones, y los grupos se han lanzado acusaciones sobre quién comenzó el ataque.
Sin embargo, según el sentir de algunos ciudadanos, esa no es la principal preocupación en cuanto al grupo dirigido por Bruno Plácido.
Muchos de los pobladores de Ayutla viven ahora con temor a la policía ciudadana, pues muchos de ellos han escuchado, o han sufrido, abusos, detenciones arbitrarias, maltratos y extorsión por parte de estos grupos.
Muchas denuncias han llegado a la Presidencia Municipal, sin embargo, la gran mayoría de los agraviados han decidido callar por el temor a represalias de estos grupos, a quien nadie parece querer hacer frente.
Entre 2013 y 2014, era común que si una persona era vista en la calle después de las 10 de la noche en las calles de Ayutla, fuera detenida por la policía ciudadana, y en algunas ocasiones, si su explicación no satisfacía a los hombres armados, podría pasar por lo menos una noche en el centro de detención, suficiente para poder ser golpeada por otros presos o por los propios comunitarios.
También es cierto que los propios ciudadanos han empoderado a la policía ciudadana, pues prefieran denunciar supuestos robos a estos vigilantes, lo cuál han aprovechado para convertirse en la práctica en un gobierno alterno.
Los castigos corporales, el tiempo de detención y las multas, según los propios comunitarios se deciden en una asamblea ciudadana, dependiendo del delito, pero en la práctica, muchas veces son definidas a discreción.
Los habitantes refieren también el caso de un comandante de la policía ciudadana que aprovechaba su puesto para cometer secuestros y extorsiones, y que la UPOEG se enteró del caso, sin embargo, no fue detenido ni entregado a las autoridades, sino que se le fue facilitada su salida del municipio.
A la Presidencia Municipal de Ayutla de los Libres llegan denuncias por los métodos de la policía ciudadana, aunque muchos agraviados callan por miedo.
El cabildeo previo
Aunque este método cuenta con muchos detractores, desde que se permitió la presencia de la policía comunitaria, en la práctica ya se estaba aceptando el sistema de usos y costumbres.
Los ciudadanos del municipio reconocen que durante años la apatía de la población ante las carencias y las malas administraciones ha sido una constante, y se vio reflejada en los resultados de la consulta ciudadana en octubre de 2015.
Los propios partidos reconocen que no se percataron de que el proceso ya estaba corriendo y su reacción fue tardía.
Los partidos y algunos grupos de ciudadanos quisieron revertir un resultado que ya veían adverso y lanzaron una campaña de perifoneo, que fue insuficiente.
Hay versiones de que representantes de los partidos políticos en el municipio comenzaron a difundir la versión de que, en caso de triunfar el sistema de usos y costumbres, la gente podría perder los apoyos sociales como Prospera, sin poder revertir el resultado.
Los mismos ciudadanos que están en contra del sistema se mostraron apáticos y desinteresados en el proceso. Aún al día de hoy, en Ayutla hay personas que no saben que ya se validó el sistema de elección por usos y costumbres, ni muchos menos en qué consistirá.
La UPOEG hizo su labor principalmente en las comunidades de la montaña, casi en su totalidad indígena, donde ya está fuertemente arraigado el sistema de usos y costumbres, pues son sus habitantes los que eligen de manera autónoma a sus comisarios y autoridades.
Ahora muchos se preguntan si no se ha sustituido al sistema partidista por uno de compra de voluntades y de manipulación por parte de la UPOEG para cuidar sus propios intereses.