Ante la reducción en el suministro de agua potable en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), por trabajos de mantenimiento y rehabilitación en el Sistema Cutzamala, especialistas de la UNAM emitieron una serie de recomendaciones para hacer frente la escasez del recurso.
Para un mayor aprovechamiento del vital líquido, el doctor Fernando González Villarreal, director del Programa de Manejo, Uso y Reuso del Agua de la UNAM (PUMAGUA), recomendó consultar el listado de las zonas afectadas; efectuar una revisión de los sistemas de distribución y almacenamiento (cisternas, piletas, tinacos y tubería) para evitar fugas; y, evitar el riego de áreas verdes durante la contingencia.
Asimismo, el experto exhortó a la población a tomar duchas en tiempos breves y reutilizar el agua sobrante en actividades como la descarga de sanitarios, la riega de plantas interiores o la limpieza, evitar el lavado de ropa durante el corte de suministro y utilizar platos desechables para consumir alimentos, con el fin de gastar lo menos posible durante el lavado de vajillas.
En cuanto a las actividades diarias en la cocina, González Villarreal sugirió separar el agua para la ingesta y para el lavado de consumibles y utensilios, de tal manera que no se llegue a agotar el líquido para la rehidratación, pero también se ahorre en el uso y la preparación de alimentos.
Durante su intervención, Daniel Rocha Guzmán, coordinador ejecutivo de PUMAGUA, manifestó que la Universidad siempre ha apoyado un buen empleo del recurso natural y que por ello se mantiene realizando acciones y sugerencias en todas las dependencia universitarias para promover un correcto uso del líquido.
De igual modo, el director del Programa de Manejo, Uso y Reuso del Agua de la UNAM (PUMAGUA), insistió en que el ‘megacorte’ se realizará con el fin de llevar a cabo una sustitución de piezas que conectan a distintas redes del sistema de agua y no por una escasez del recurso hídrico.
“El Sistema Cutzamala tiene cerca de 36 años funcionando de manera ininterrumpida, exceptuando 9 cortes (algunos de unas horas, un día y hasta tres más)… para finales de los años 70 se estimó una vida útil de 30 años para muchas piezas del sistema. Entonces, hoy se tienen elementos que representan un riesgo y que pudieran derivar en una falla prolongada, por lo que con el corte eso se está evitando”, puntualizó.
