Una última oportunidad
Las elecciones que se llevarán a cabo el próximo domingo 2 de junio marcarán el rumbo del principal partido de oposición para el resto del sexenio, pues de obtener Morena la mayoría de los puestos de elección popular que están en juego, el PAN quedaría extremadamente debilitado para competir en el 2021
Laura IslasEl futuro del Partido Acción Nacional está en riesgo.
De cumplirse las predicciones que indican que Morena será el gran ganador en la jornada electoral del próximo 2 de junio, el principal partido opositor del país quedaría aún más debilitado de lo que ya está.
El blanquiazul no solo está a punto de perder dos de sus bastiones más importantes: Puebla y Baja California, sino de agravar la crisis interna que se ha gestado por años y que tuvo su punto más álgido en las elecciones federales de 2018.
La llamada Cuarta Transformación es señalada de ser la responsable de la situación crítica por la que atraviesa el PAN, pero ésta realmente tiene su origen en las malas decisiones que se han tomado al interior del instituto político a lo largo de los últimos dos sexenios.
El golpe que sufrió el partido fundado por Manuel Gómez Marín a raíz de la derrota electoral de hace 11 meses trajo consigo una nueva dirigencia, pero el blanquiazul necesita más que un cambio de líder para ser un verdadero contrapeso al poder
A la fecha no se han dado las transformaciones de fondo que exigía gran parte del panismo. Y a pesar de los llamados del presidente nacional Marko Cortés en favor de la unidad, el partido llega dividido a las elecciones, lo que puede impactar negativamente en sus resultados.
“Hay razones internas que nos han debilitado después de la elección, el proceso para elegir la nueva dirigencia, una dirigencia que desde mi punto de vista ha cometido graves errores, se ha conducido con torpeza, ha extinguido al partido, pero también hay que decir que estamos enfrentando una resurrección y una mala copia del viejo PRI”, dice Juan José Rodríguez Prats, presidente de la Comisión de Doctrina del PAN.
Todas las encuestas indican que Acción Nacional perderá a manos de Morena la gubernatura de Baja California, un bastión sumamente simbólico al ser el primer estado que ganó un partido de oposición y que ha gobernado de forma ininterrumpida durante 30 años.
No obstante, Óscar Vega Marín, candidato del PAN a la gubernatura de Baja California, está seguro que ganarán las elecciones y señala que las encuestas que le dan la victoria a su contendiente de Morena son las de sus empresas.
Entre los cambios que considera hacen falta, está consolidar una nueva visión de respeto y que las candidaturas las decidan los miembros del PAN.
Por su parte, Luis Carlos López Ulloa, profesor de Historia de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), comenta que el ejercicio de gobierno entre los panistas y sus directivos provocó un descuido de las actividades del partido.
“Si a los malos resultados de gobiernos estatales y municipales le agregas el descuido de la actividad política, creo que el PAN, al menos en el caso de Baja California, ha dejado de responder para qué quiere el poder”.
Recuperar lo perdido
En Puebla, después de haber ganado la elección en 2018 tras un complicado conflicto poselectoral, la muerte de la gobernadora Martha Erika Alonso, tras caer el helicóptero en el que viajaba con su esposo, forzó a una elección extraordinaria.
Sin embargo, el panismo no pudo lograr el consenso para construir una candidatura con posibilidades de éxito y abanderó a un militante de Movimiento Ciudadano, Enrique Cárdenas, en alianza también con el PRD.
En esta entidad el abanderado de Regeneración Nacional, Miguel Barbosa, se mantiene como el favorito, pese a los señalamientos de miembros de su mismo partido que lo han acusado de lavado de dinero, fraude y enriquecimiento ilícito.
En Aguascalientes, donde se elegirán 11 ayuntamientos y en donde el PAN tiene fuerza política, crecen los rumores de una operación del gobernador panista Martín Orozco en favor de los candidatos de Morena, derivado de una supuesta pugna con la dirigencia nacional.
El PAN no ha aprendido de sus errores. Y con las heridas de su derrota el año pasado aún abiertas, podría entrar en un proceso que no solo lo obligría a realizar un relevo en la dirigencia, sino a realizar una profunda transformación interna.
Para el exsenador Juan José Rodríguez Prats, lo que se requiere para hacer frente a la avalancha que representa Andrés Manuel López Obrador, es cerrar filas entre todos los partidos de oposición y no solo entre los panistas, pues lo que está en riesgo es la democracia.
“Entonces perdimos la presidencia y vino el sexenio de Peña Nieto que es terrible. Y ahora la gente cree en un funcionario, un presidente populista, que se está llevando al traste a todas las instituciones”.
Bastión en riesgo
En 1989 el PAN hizo historia al ser el primer partido de oposición al PRI que logró la alternancia en un estado: Baja California.
Tres décadas después, Acción Nacional podría volver a ser noticia, pero esta vez por perder la gubernatura que en ese entonces obtuvo el panista Ernesto Ruffo Appel, y que su partido ha retenido durante 30 años.
Las últimas encuestas ponen como puntero a la gubernatura a Jaime Bonilla Valdez, de la alianza formada por Morena, PVEM, PT y Transformemos; seguido por el candidato del blanquiazul, Óscar Vega Marín.
Sin embargo, este rechazo de los votantes hacia el PAN no es nuevo. En el 2018, la mayoría de los sufragios de la entidad fueron para el candidato a la presidencia de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, con el 63.9 por ciento de la votación.
Mientras que Ricardo Anaya, candidato del PAN, PRD y MC, cayó al segundo lugar con el 19.2 por ciento y José Antonio Meade, del PRI, PVEM y Nueva Alianza, quedó rezagado a la tercera posición con el 8.7 por ciento.
Para Óscar Vega Marín, candidato del PAN a la gubernatura de Baja California, lo que suceda en la jornada electoral va a definir el papel del blanquiazul en las elecciones intermedias de 2021, donde se renueva el Congreso, en el cual actualmente Morena tiene mayoría.
“Baja California no representa para el PAN la única posibilidad de esperanza que tiene el país de poner un contrapeso a López Obrador y su movimiento que está destruyendo a México.
Entre los cambios que hacen falta, considera que es necesario consolidar una nueva visión de respeto y que las candidaturas las decidan los miembros del PAN.
Por su parte Luis Carlos López Ulloa, profesor de Historia de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), dice que la falta de apoyo local al PAN responde en gran medida al descrédito del actual gobierno estatal encabezado por el panista Francisco Vega de Lamadrid.
“Ha dejado mucho que desear, ha tenido bastantes problemas, el más reciente es el de la falta de pago de contribuciones a la universidad, la cifra asciende a los 988 millones de pesos; lo mismo con pensionados de Mexicali y con profesores del sistema educativo estatal.
“Esto entre otras medidas ha estado provocando que la gente o el elector esté buscando una alternativa de cambio después de 30 años de gobiernos panistas en la entidad”, explica.
López Ulloa dice que hace 30 años la situación era muy parecida, pero en ese entonces el Gobierno estatal se encontraba en manos del PRI, el cual estaba muy desacreditado; mientras que la popularidad del candidato panista Ernesto Ruffo subía.
Ruffo había sido Presidente Municipal de Ensenada y se había hecho famoso porque en un hecho inédito se puso a recolectar basura bolsa en mano cuando el gobierno estatal le cerró los recursos y esto afectó a los trabajadores de ese gremio, lo que sumado al trabajo que había hecho en la entidad años antes, le ayudó a que se diera la primera alternancia en el país.
“Ahora vemos una circunstancia similar, un gobierno estatal que tiene muchos problemas, que la opinión pública tiene solo comentarios negativos y pues obviamente hay un candidato de la oposición, el de Morena, que de alguna forma está conjuntando el trabajo que Morena ha estado haciendo, pero se agrega el descrédito del Gobierno estatal”, explica.
Aunque hay inconformidad por parte del gobierno estatal y por el gobierno municipal de Tijuana, en demarcaciones como Mexicali el alcalde panista está buscando la reelección, y de acuerdo con López Ulloa, tiene una gran posibilidad de hacerlo, lo que habla de un elector que decide con racionalidad en consecuencia de lo que ve y vive.
El académico además explica que ha sido un periodo marcado por la incertidumbre, ya que hasta el viernes no se sabía si se iba a elegir a un gobernador de 2, de 5 o de 6 años debido a las controversias en los tribunales.
“Ha sido una campaña electoral muy floja, yo no le he encontrado a alguno de los candidatos alguna cuestión novedosa, atractiva, que entusiasme a la gente para salir a votar. Lo que las encuestas dicen hasta ahora es que al parecer el candidato de Morena va a ganar o trae una tendencia de ganar”, dice.
Para los panistas de la entidad los resultados de las encuestas no son preocupantes. Jesús González Collins, dirigente del PAN en Ensenada, confía en que van a conservar la gubernatura de Baja California y van a tener resultados a su favor en los otros cargos de elección popular.
Sin embargo, reconoce que en las elecciones del año pasado las personas buscaban un cambio y por eso no ganó el PAN.
“Hubo una manifestación a nivel nacional, la gente quiere cambios, la gente tiene esperanzas en que algo llegue y cambie las cosas. Nosotros iniciamos esto allá en el 89, propiciando los cambios importantes que se han dado en Baja California”.
¿Lucha perdida?
La gubernatura que el PAN logró conservar el año pasado tras una encarnizada batalla en tribunales está a punto de perderla en las elecciones extraordinarias que se realizarán este domingo para sustituir a Martha Erika Alonso, quien murió el 24 de diciembre del 2018 en un accidente aéreo.
Miguel Barbosa, el candidato de Morena por segunda ocasión consecutiva, es el favorito en las encuestas luego de que la campaña de Enrique Cárdenas, el abanderado del PAN que fue postulado por Movimiento Ciudadano, no lograra convencer al electorado, según los sondeos publicados.
Para Juan José Rodríguez Prats, presidente de la Comisión de Doctrina del PAN, Miguel Barbosa no debería haber sido elegido por los problemas de salud evidentes que presenta y que podrían afectar más a la entidad.
“Puebla ha tenido en los últimos tres años a cuatro gobernadores, y vino el accidente de Martha Erika y también este interinato ha estado muy señalado por problemas de manejo y de gobierno, se está jugando con un estado que es importantísimo para el país y que no lo merece”, dice.
Rodríguez Prats hace un llamado a los grupos parlamentarios a hacer un frente contra Morena y pide al PAN hacer política con responsabilidad.
“Me gustaría que en el caso de Puebla se hubiera volcado el PAN con todo para llevar el triunfo de Cárdenas y desgraciadamente no lo he percibido, así”, comenta”.
El exsenador dice que Marko Cortés no ha tenido la entereza de impulsarlo.
“El PAN se suma porque Enrique Cárdenas es de Movimiento Ciudadano, afortunadamente ya regresaron los auténticos panistas que están apoyando a Enrique Cárdenas, pero yo no veo una actitud mucho más entrona, yo hubiera mandado, por ejemplo, a un exgobernador”, opina.
El “efecto arrastre”
De acuerdo con los sondeos publicados, Morena se encuentra a la cabeza para las eleciones de Baja California Norte y de Puebla, realidad que se debe en gran parte al “efecto arrastre” de AMLO que sigue vigente en esta elección, señala el reporte “Elecciones Locales 2019”, de la Consultora Integralia.
Pero no todo está perdido para el blanquiazul. Según el estudio, en otras entidades se prevé que los candidatos sean más competitivos como en Durango y Aguascalientes.
“En Aguascalientes el PAN es la primera fuerza política a nivel municipal y ocho de los 11 presidentes municipales buscarán reelegirse”.
No obstante, Morena podría ser la primera fuerza política en 23 congresos locales si gana el mayor número de curules en los estados de Tamaulipas y Quintana Roo, cargos que se elegirán en esas entidades.
“El PAN pasaría de 12 a 10 gubernaturas, mientras que el PRI se quedaría con 12, pero con el riesgo de perder la mayoría en los próximos tres o cuatro años”, indica el estudio de Integralia.