El 9 de agosto, a los 77 años de edad, falleció María Elena Chapa a causa de cáncer. La diputada federal de 1988 a 1991, senadora de 1991 a 1997, congresista local de 1997 al año 2000 y nuevamente legisladora federal de 2000 a 2003 fue impulsora de la equidad y paridad de género y los derechos de las mujeres desde el Poder Legislativo.
Chapa fundó en 2003 el Instituto Estatal de las Mujeres en Nuevo León, con el apoyo del gobernador José Natividad González Parás. Permaneció como presidenta ejecutiva de dicha institución durante 13 años, desde su fundación hasta 2016.
Y, como si se tratara de la tradición mexicana de poner una ofrenda, la secretaria de las Mujeres en el municipio de Apodaca, Elisa Estrada, la activista Liliana Flores, la senadora Indira Kempis y la exdiputada Claudia Tapia recuerdan su legado.
‘María Elena Chapa era una creadora’
Apodaca es el primer municipio de la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM) que tendrá una Secretaría de las Mujeres. La titular es Elisa Estrada Treviño, quien hizo prácticas profesionales con María Elena Chapa.
“Yo tenía 17 años, ella acababa de instalar la ‘Casa del Senado’, había tomado protesta como la primera mujer que ocuparía un escaño por elección popular en Nuevo León. Entré a su oficina para hacer prácticas, así que me tocó conocer el proceso de construcción de leyes a su lado. Ella, experta en español, las hacía desde las palabras, desde el significado y, como buena filósofa, desde el concepto…”, dice en entrevista con Reporte Índigo sobre la licenciada y maestra de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
Estrada Treviño reconoce que aprendió feminismo de ella. Recuerda que una de las preguntas que se hacía María Elena Chapa era ¿qué sigue después de la paridad? y eso inspiró Red Paridad NL.
“Así surge Red Paridad. Como un espacio de reflexión plural de mujeres talentosas que deberemos analizar y dar respuesta a esta pregunta… para seguir trazando la ruta del adelanto de las mujeres”, cuenta Elisa, una de las fundadoras del movimiento.
La funcionaria de Apodaca expresa que María Elena Chapa construyó una política pública que puso en el centro de la acción los derechos de las mujeres que trascendió Nuevo León. Sus luchas por la igualdad sustantiva y la paridad política deben continuar en la entidad.
‘La primera lucha que nos hermanó fue la de las cuotas de género’
La activista Liliana Flores Benavides llegó a Monterrey para estudiar la preparatoria en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores. Ahí, en 2019, fue el último evento en el que estuvo con María Elena Chapa.
“Mi primer acercamiento con María Elena Chapa fue político, pero como opositora, ya que ella era una priista recalcitrante y defendía a capa y espada las acciones del priato, y yo siempre he sido una mujer de izquierda con arista social”, menciona en entrevista con Reporte Índigo.
Chapa ingresó al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 1969. Mientras que Flores Benavides se ha dedicado a la defensa de los derechos económicos, sociales, culturales, ambientales y de las mujeres.
“A pesar de lo anterior, siempre tuvimos un trato respetuoso. En materia de leyes y acciones a favor de las mujeres, la primera lucha que nos hermanó fue las cuotas de mujeres para los procesos locales”, relata.
Para ella, el principal legado de María Elena Chapa es el impulso a leyes y normas relacionadas con la perspectiva de género. Y considera que las activistas de Nuevo León deben luchar por que las cuotas de género no sean una simulación en los procesos electorales y por un presupuesto enfocado en ellas.
El respaldo de María Elena Chapa
A la exdiputada local, Claudia Tapia, la llamó María Elena Chapa para felicitarla por haber logrado enviar un exhorto pidiendo al Consejo de la Judicatura del Poder Judicial que revocara las ternas para elegir a los magistrados porque no incluyeron a ninguna mujer.
“A partir de ese respaldo sentí mucha fortaleza y sabía que mi esfuerzo había valido la pena, fue cuando entonces me invitó a formar parte del grupo plural y maravilloso que nos heredó: la Red Paridad”, recuerda la coordinadora de la bancada Independiente Progresista.
La Septuagésima Quinta Legislatura, de la que Tapia Castelo formó parte, no homologó la paridad de género contemplada en la Constitución federal con la local.
“La lucha por la paridad total aún no termina, por lo que es necesario continuar con los procesos legislativos para que se incorpore la paridad en nuestra Constitución”, dice sobre una de las luchas que inició Chapa y que deben continuarse en Nuevo León.
El 11 de agosto, Tapia dio un discurso en el homenaje luctuoso a María Elena Chapa. La definió como una mujer que abrió puertas y rompió techos.
“Nos abrió la posibilidad de que hoy las mujeres podamos participar en la administración pública, pues recordemos que fue de las primeras en el estado y en el país que se atrevieron a señalar con todas sus letras el machismo que existía y aún existe”, argumenta.
El feminismo del ejemplo
Como activista, Indira Kempis buscaba que la calle Morelos, en Barrio Antiguo de Monterrey, fuera completa y tenía que convencer a María Elena Chapa de su propuesta.
“Jamás se me olvidará que me dijo que no pensaba que fuera tener éxito, pero que me creía porque yo era mujer. Dos años después, la calle se hizo. Tiempo después, ella me deseaba lo mejor en mi competencia al Senado. Varios consejos durante estos años en política recibí de la también senadora, pero en mí arrasó su ejemplo. Ese fue su feminismo”, responde Indira Kempis a Reporte Índigo.
La legisladora afirma que las luchas que deben continuar las mujeres en Nuevo León para honrar a María Elena Chapa son las de la paridad, los derechos sexuales y la reducción de todas las violencias.
“Ser insumisa. Lo cual significa cuestionar, rebelarse, salirse de lo establecido para crear”, expresa sobre el principal legado que la exdirectora del Instituto de las Mujeres dejó.