La empresa de Emilio Azcárraga ya lo había hecho en 1988.
Entonces el candidato presidencial del PAN, Manuel Clouthier del Rincón, encabezó una protesta de miles frente a las instalaciones de Televisa Chapultepec.
Con la boca tapada con una cinta y acompañado de miles de manifestantes, Maquío rodeó las instalaciones de la televisora para exigir equidad en los espacios informativos.
En aquellos años, el sinaloense propuso un boicot publicitario y de audiencia en contra del programa 24 Horas que conducía Jacobo Zabludovsky.
Además, a los inconformes también se les ocurrió marcar billetes con la leyenda: “no veas más 24 Horas”.
La protesta tuvo éxito y Televisa se vio obligada a abrir sus espacios informativos a Cuauthémoc Cárdenas y al propio Maquío Clouthier.
No hay duda que esa decisión tuvo importantes consecuencias en la presidencial del 6 de julio de 1988.
Y es que Cárdenas, el entonces candidato del Frente Democrático Nacional, obtuvo tal cantidad de votos, que todavía hay quienes aseguran que el michoacano fue el ganador de esa elección.
EL ERROR DE DICIEMBRE
Para las elecciones de 1994, la televisora no tuvo mayores problemas.
Y es que además de que para 1994, muerto Manuel Clouthier en un sospechoso “accidente”, la cerrazón de 1988 no era la misma.
Como tampoco era igual de combativo el candidato de las Izquierdas Cuauhtémoc Cardenas. Y se decía que el panista Diego Fernandez de Ceballos era más salinista que muchos priistas.
Por otra parte, durante el gobierno de Salinas de Gortari, México había “dado un paso a la modernidad”.
Sin embargo, el “error de diciembre” de 1994 trajo consigo grandes catástrofes tanto para las personas, como para las empresas.
Ni unas ni otras pudieron pagar sus deudas. Las tasas de interés se fueron por las nubes. Millones de familias ya no pudieron seguir pagando sus casas y las perdieron.
Y por supuesto, la crisis tambien había afectado seriamente a Televisa.
Para 1997, cuando murió Emilio Azcarraga Milmo, la empresa estaba muy emproblemada financieramente.
Y solamente gracias al apoyo de Carlos Slim y al del presidente Ernesto Zedillo, Emilio Azcárraga Jean pudo salvar a la empresa de la bancarrota.
EL GOBIERNO DEL CAMBIO
Para las elecciones del 2000, la inconformidad social en contra del régimen priista era aún mayor que la que existía en 1988.
El joven Azcárraga Jean se debatía ante un dilema crucial.
Por una parte, algunos de sus cercanos le aconsejaban que siguiera siendo un fiel soldado del PRI.
Pero por la otra, muchos le recomendaron que abriera las ventanas del vetusto emporio televisivo para la empresa se refrescara con los vientos frescos de la democracia.
Azcárraga terminó por hacer lo segundo, y con el triunfo de Fox, también llegaron grandes momentos para Televisa.
En octubre de 2002, y gracias a las gestiones de su esposa Marta Sahagún, el presidente Fox decretó quitarles una pesada carga a las televisoras.
El Estado Mexicano solo dispondría del 1.25 por ciento del tiempo aire de las televisoras, en lugar del 12.5 por ciento.
Se estima que con la medida, el gobierno federal perdió unos 30 mil millones de pesos durante el sexenio del presidente Fox.
Pero además, Televisa ganaría aún más por la publicidad institucional que el gobierno federal suele hacer en las televisoras.
EL CERCO CONTRA AMLO
Para las elecciones de 2006, hasta en Televisa estaban hartos de Fox.
Se asumía que el ganador sería el Jefe de Gobierno del DF, Andrés Manuel López Obrador.
Las reuniones de Bernardo Gómez y Emilio Ázcarraga con “El Peje” eran frecuentes, y la relacion comercial entre la televisora y el hombre de la izquierda eran muy buenas.
Sin embargo, el idilio se rompió cuando el candidato de las izquierdas se enfrentó con Roberto Hernández, quien formaba parte del Consejo de Televisa. El multimillonario que había vendido las acciones de Banamex sin pagar un peso de impuestos.
En un encuentro en Valle de Bravo convocado por Televisa, Hernandez se enfrentó con el ex banquero. Le reclamaba no haber pagado impuestos.
“Fue legal” le decía Hernandez al tabasqueño, mientras que el candidato del PRD le reclamaba que la operación había sido inmoral.
Y así, el cerco de Televisa se mantuvo un buen tiempo. No es novedad entonces que abre cuando le conviene, y cierra cuando no.
