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Ante el fracaso de Mexichem para levantar la producción en el complejo petroquímico Pajaritos, enajenado por Pemex en 2013, esta empresa ahora busca producir electricidad, un objetivo que jamás estuvo autorizado por el Consejo de Administración de la petrolera.
La enajenación del complejo ubicado en Coatzacoalcos en favor del consorcio Mexichem, que lidera Antonio del Valle, desplomó a cero la producción de cloruro de vinilo, el químico base para la obtención del PVC.
El 20 de febrero, los dos hijos del empresario Antonio del Valle se presentaron en el complejo para supervisar las pruebas de dos turbogeneradores, los cuales serán utilizados para producir electricidad bajo las nuevas disposiciones luego de la aprobación de la reforma energética.
En agosto pasado Mexichem anunció que invertiría en la coproducción de electricidad con Pemex, pero nunca advirtió que lo haría en Pajaritos. Esta producción no estaba entre los objetivos de la enajenación que fueron autorizados por el Consejo de Administración de Pemex.
Juan Pablo y Antonio Del Valle Perochena llegaron a Coatzacoalcos en avión privado en la mañana del viernes 20.
Supervisaron las pruebas de producción de dos turbogeneradores que existen en el complejo, los cuales producirán electricidad.
Trabajadores indicaron que los dos hijos de Antonio Del Valle fueron discretos en su visita al complejo. Luego pasaron algunas horas en las oficinas de Mexichem que se encuentran a unos pasos de la planta.
En agosto del año pasado, Mexichem anunció en conferencia de prensa una nueva división del consorcio, llamada Mexichem Energía.
El director general del consorcio, Antonio Carrillo, dijo que realizarían inversiones por 650 millones de dólares en “proyectos para la cogeneración de electricidad con Pemex”, aprovechando las ventajas de la reforma energética.
Carrillo nunca mencionó a Pajaritos como el inicio de esta cogeneración, sino el proyecto Cactus, cercano a la ciudad de Villahermosa, donde se generaría electricidad aprovechando el vapor.
> Producción se desploma
En enero de 2013, Pemex autorizó un acuerdo de coinversión, el cual consistió en que Mexichem aportaría capital para la modernización de la infraestructura del complejo petroquímico Pajaritos, mientras que los terrenos y plantas, propiedad de Pemex, serán arrendados para este propósito. El objetivo era aumentar la producción de cloruro de vinilo.
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