Los precios de la comida se disparan, pero hay recetas para ganarle a la inflación.
En estos momento en que hay que hacer rendir el dinero, es importante tomar en cuenta los alimentos de temporada, aprovechar las ofertas, comer con variedad siempre tratando de evitar comprar de más para no desperdiciar, disminuir el consumo de carne y preferir las frutas y verduras locales.
Es importante dejar de lado la comida ultraprocesada en la medida de nuestras posibilidades, que precisamente es la que más ha incrementado su precio con la inflación.
Ante este escenario, la nutrióloga Marcela Ponce, máster en nutrición personalizada y comunitaria e integrante del Laboratorio de Datos Contra la Obesidad (Labdo), explica que es importante incentivar más las compras en el mercado, donde se pueden conseguir frutas y verduras frescas.
“Podríamos resumirlo en una pequeña frase: ‘ir más al mercado que al supermercado‘. Siempre vamos a gastar bastante menos”, expone
La compra en un mercado tradicional está más relacionada con la dieta de los mexicanos, pero la vida moderna, la publicidad y la mercadotecnia nos ofrecen productos que hacen la vida más práctica, pero no por ello más nutritiva.
“Al comprar más en mercados nos basamos en algo muy ancestral, que se llama la dieta de la milpa, que no es para bajar de peso, es una forma de comer que ha tenido muchísimos años y se basa en cuatro principios: ingredientes que son el maíz, el frijol, la calabaza y el chile. Con esos cuatro ingredientes podemos hacer muchas muchas recetas”, explica la experta.
La carne es un producto que ha tenido un incremento en este periodo de inflación post pandemia por COVID-19 y en una buena dieta no es necesario consumirla diario, por ello es importante dejar la idea de que una comida completa tiene que llevar carne, cuando en realidad la proteína se puede obtener de otras fuentes.
“Las leguminosas, por ejemplo, el frijol, las lentejas, la soya o el garbanzo son fuente de aminoácidos y proteína. Si además le sumamos con algún carbohidrato tenemos una comida completa”, explica Marcela Ponce.
Los especialistas de Labdo recomiendan hacer una programación de los alimentos a consumir en familia o integrantes de una casa e innovar y darse cuenta de que se tienen que hacer cambios para comer con menos dinero y además evitar el sobrepeso y la obesidad.
El nutriólogo Guillermo Arteaga Mac Kinney explica que ante un momento de inflación es importante tomar en cuenta buenos hábitos alimenticios y reconocer que el consumo de frutas, verduras y leguminosas es igual a más salud.
“Hay que comprar por temporada, en México tenemos la bendición de tener frutas y verduras muy variadas a lo largo del año y generalmente esos alimentos son más baratos. Si no sabemos cocinarlos hay muchos tutoriales en internet que nos pueden orientar.
Ojo con los quesos y cubitos de caldo en la comida
El Laboratorio de Datos Contra la Obesidad alerta en un comunicado por el consumo de productos como queso, los cubitos y polvo para hacer caldo, helados, bombones, papas fritas, palomitas, nachos, aderezos y barritas para el desayuno, ya que son los productos con más grasas saturadas.
En el listado también se menciona a las comidas enlatadas, pasteles envasados, las sopas instantáneas, la margarina y la leche en polvo.
“La American Heart Association es enfática al recomendar un patrón dietético que mantenga entre el 5 y 6 por ciento de calorías provenientes de grasas saturadas. Por ejemplo, si necesitas alrededor de 2 mil calorías al día, no más de 120 de ellas deben provenir de grasas saturadas. Eso es alrededor de 13 gramos de grasa saturada por día”, refiere Labdo con información de la Asociación Americana del Corazón.
De acuerdo con la organización, el cambio a una buena dieta ayuda a reducir de manera significativa el riesgo de enfermedades cardiovasculares en la población en general y permite mantener un peso corporal saludable y con ello niveles recomendados de colesterol y triglicéridos.
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